APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

domingo, 28 de febrero de 2016

ANGUSTIA (II)

"La angustia es el vértigo de la libertad". S. Kierkegaard

      La angustia anticipa el interdicto (lo prohibido); nace por la necesidad de superar el "pecado" y la libertad de rechazar lo prohibido. Nos conduce de un estado de conciencia inmediata a un estado de reflexión que anticipa la posibilidad de "pecar". Es un plan que está en proyecto permanente. 
    Es la lucha por la libertad bajo la presión del "pecado" ante la posibilidad del sosiego que producirá  la palabra, el "verbo" que redime, y el bien que nunca se concreta. Anticipa el futuro porque permanece en el pasado. Es la posibilidad de elegir ante la "nada"; la posibilidad de redención más allá del bien y el mal; pero mientras se vive "ins blaue hineim", no se puede retroceder y arrepentirse... Es la dialéctica corrosiva entre el arrepentimiento y la resistencia al interdicto ante la posibilidad del bien que anticipe la libertad.
     Es una antipatía simpática o una simpatía antipática. Mientras que en la pena la persona queda ligada a la causa que la provoca, en la angustia es capaz de pensar en la pena; la persona se relaciona con la amenaza constante y descubre la bipolaridad del "yo"; la dualidad espiritu-materia que mantiene la síntesis de lo heterogéneo en el alma, donde lo temporal se une con lo eterno. 
   

sábado, 27 de febrero de 2016

NORMALIDAD O LOCURA (II)

"En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón"  Friedrich Nietzsche

     Como decía el poeta H. Heine, la verdadera locura quizás no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente solución de volverse loca. Desde el nacimiento el ser humano comienza un largo camino de aprendizaje que lo diferenciará del entorno y de los demás, hecho que dará lugar a la formación del "yo" y que no terminará hasta su muerte. 
     Si para Vigotsky, el adulto guía al niño, para Piaget, interpretará su "acción" y lo modelará. Paulov demostró que se pueden establecer asociaciones entre estímulos y respuestas a lo largo de toda la vida y Skinner dice que se puede controlar totalmente la conducta humana; pero, para ello, es preciso eliminar el interior de las personas, su conciencia y evitar que piense. 
     La ONS (Organización Mundial de la Salud) define la salud como "un estado de completo bienestar físico, psíquico y social, y no sólo como ausencia de enfermedad". Vistas así las cosas, cabría preguntarse quien está realmente sano. Puede tenerse salud física y psíquica; pero vivir marginado por la sociedad. Podemos estar integrados, pero presentar alteraciones somáticas o psíquicas que perturban nuestro ánimo y nos hacen desdichados.
    Si resulta problemático definir la salud mental, más complicado es definir la enfermedad mental. Desde el punto de vista estadístico, sería normal aquel que se comporte como la mayoría, entrando en el complejo y contradictorio dilema de si sano equivale a mayoría. El hecho de que haya una gran frecuencia de caries nos llevaría a considerarla normal. Pudiera pensarse que el criterio de salud depende del grado de alienación de la persona o, del grado de tolerancia de la sociedad para con sus miembros.
      En este siglo, se utiliza con demasiada frecuencia la psiquiatría y la psicología para enviar el mensaje de que la felicidad y el bienestar son posibles a toda costa. Es peligrosamente frecuente ver como los padres de un niño/a que no obtiene los resultados académicos que esperan llevarlo al psicólogo para que les solucione el problema. O cuando un/a joven que no logra ser "feliz" como las revistas y la televisión le prometen, acude al psiquiatra para que le de un remedio rápido y eficaz que mitigue su desasosiego.
       La alegría, el miedo e incluso la cólera son sentimientos humanos. El problema es que la sociedad educa para consumir y no aporta herramientas para utilizar nuestra inteligencia emocional para resolver nuestros problemas. La solución pasa por educar y desarrollar precisamente aquello en lo que ponen más empeño en erradicar : nuestro interior, nuestra conciencia y nuestro pensamiento. 

viernes, 19 de febrero de 2016

LA MENTE (II)

"Todo lo que somos es mente; el universo es mental." El Kybalion

      Heráclito coincide en lo esencial con la ley de causa y efecto budista y el Tao; todo fluye, a cada acción le sigue una reacción, a cada avance un retroceso y a una elevación un hundimiento. Respirar es semejante al flujo y reflujo del kosmos. La esfera mental de cada persona abarca todo el universo. 
      El pensamiento penetra todo lo creado; mundos, soles, personas y cosas. I. Kant en La crítica de la razón pura dice: "...lo exterior es lo interior...". En los distintos planos, el material, el mental y el espiritual, se da la máxima: lo que es arriba es abajo... El principio de correspondencia establece que el Todo tiene su reflejo en todas las partes. Como decía Maharishi, todo está en movimiento, todo vibra. 
       La vibración procede del latido del universo, que como el corazón, se contrae y se expande con su sístole y su diástole. La palabra es, de hecho, vibración y movimiento. Decía Gaston Sant Pierre que la conciencia es una vibración de luz y sonido que aún no se ha manifestado. 
       Luz y oscuridad, amor y odio, son una y la misma cosa en distinto grado. Todo es bipolar y se polariza en la conciencia humana. Pero los opuestos pueden ser reconciliados porque los extremos se tocan. Toda verdad no es más que una media verdad y toda paradoja se concilia en un plano superior. 
       En la división se manifiesta el género que brota del "Agua permanens" de la vida. Cada ser humano abriga en su interior el género neutro que alberga los dos aspectos: el masculino y el femenino, y obedece a los principios de germinación y creación que se manifiestan a través de los genes. La armonía reside precisamente en el equilibrio de estos dos aspectos.
        

EL LADO OSCURO DE LA NATURALEZA HUMANA

"Donde hay amor no existe el poder y donde predomina el poder, el amor brilla por su ausencia." C. G. Jung

En los dinteles de piedra del derruido templo de Apolo en Delfos, sobre la ladera del monte Parnaso, los sacerdotes grabaron dos inscripciones; una de ellas reza: "conócete a ti mismo". Los sacerdotes del dios de la luz, aconsejan que lo conozcamos todo sobre nosotros mismos, incluido el lado oscuro. 
      
Nuestras emociones más "bajas" o temidas se encuentran ocultas en la oscuridad; un lugar al que desterramos las cualidades que no se adecúan a lo esperado por nuestra familia, la sociedad o la cultura. A la par se va configurando nuestro yo más explícito y por el que nos conocerán. 
  
En la oscuridad se esconden aquellas características que nuestra personalidad consciente repudia y no quiere reconocer; pero que operan en nuestro sistema psíquico. Aspectos inquietantes que pueden viajar a la luz de la conciencia amenazando y desestabilizando nuestra personalidad. 
     
A lo largo de la historia, el miedo a "caer" se expresó como temor a ser poseído por el diablo. Los cuentos de vampiros y de hombres lobo, son ejemplos de ello; la leyenda de Fausto que, cansado de ser virtuoso termina pactando con el diablo; el doctor Jekyll, transformándose en el monstruo Mr. Hyde... 
     
Mantenemos ocultas nuestras cualidades censuradas con la esperanza de que nadie las descubra y que algún día podamos expandir nuestra personalidad dejando que fluyan, despojándonos de la máscara, nuestro rostro inocente; y de la ambigüedad moral, expiando el pecado de Adán y retornando al Paraíso. 
      

miércoles, 17 de febrero de 2016

EL DESAPEGO

"La libertad no es más que una oportunidad para mejorar". Albert Camus

Como decía Alan Watts, el desapego significa no sentir remordimiento por el pasado ni miedo por el futuro; dejar que la vida siga su curso, sin interferir en su movimiento y cambio, sin intentar prolongar las cosas placenteras ni provocar la desaparición de las desagradables. Actuar así es moverse al ritmo de la vida, estar en comunión con su música cambiante. 

Desviar el pensamiento del "ahora" genera incertidumbre e inseguridad por la necesidad y el deseo. La dialéctica del miedo se instala en lo más profundo del ser; el poder, el poseer y el tener pasan a ser garantía de permanencia y los valores, los principios y las creencias giran en torno a atributos ajenos. 
          
El pensamiento y la intención permiten vivir en el presente. Para disfrutar de la vida hay que renunciar al apego por ella y disfrutarla sin poner el acento en el resultado; liberar las situaciones de nuestros deseos. El apego esclaviza, encadena y alimenta el miedo que es la causa principal del sufrimiento. 
      
El miedo combina pensamiento, sentimiento y palabra; es la combinación perfecta para que se manifieste lo que temes. Libre de ataduras, la conciencia se libera. La felicidad no está en lo que nos rodea, sino en nuestro pensamiento. La energía sigue al pensamiento; si tu pensamiento es adecuado, la vida fluirá tal cual es y seguirá su curso manifestando cosas buenas. 

lunes, 15 de febrero de 2016

EL DESTINO

"EL que puede cambiar su pensamiento puede cambiar su destino". Stephen Crane


Decía Schopenhauer que entra en los designios de la naturaleza que la voluntad salga a la luz porque solo con la ayuda de la luz puede conseguir la liberación. El Ananké era para los griegos la personificación de lo inevitable, madre de las Moiras, bautizadas como Fatum o sino por los romanos, con poder sobrenatural, inevitable e ineludible. 
     
Los estoicos creían que se podía conseguir la libertad con sólo renunciar a las comodidades materiales, a la fortuna externa, guiados por la virtud. Platón introduciría la Divina Providencia, utilizada por San Agustín para afirmar la existencia de la Providencia divina. I. Kant diría: "Poco imaginan los hombres que al perseguir su propia intención, siguen sin saberlo, a la propia naturaleza...".
      
El Tao fluye lentamente y nunca se detiene. El Tao y el Chi, van de la mano, como Flujo y Camino; es el Dharma para el budismo, el Hinduísmo o el Yahinismo, la rueda de la vida. El Karma nos mantiene unidos a la rueda y explica los dramas humanos por la acción y reacción de los actos. 
      
En el transcurso de una vida, la persona posee una tendencia, un destino. Pero, aunque existe una causalidad objetiva del curso natural de las cosas, también hay una causalidad subjetiva para cada individuo. La Libertad equivaldría a tener conocimiento de lo inexorable, del Hades; la comprensión del destino que le permitiría al "sabio" aceptar las leyes de la naturaleza y actuar, no por coacción, sino por propia voluntad como consecuencia del conocimiento del destino.

domingo, 14 de febrero de 2016

EL AMOR Y LA DISCORDIA

"Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar en la misma dirección... ".  Antoine de Saint Exupéry

Los primeros filósofos se servían de los opuestos para interpretar la estructura del kosmos, el proceso de la naturaleza, la relación entre lo uno y lo múltiple que configuran el devenir y la pugna perpetua que teje y desteje el mundo de los fenómenos. Lo único estable es el cambio. 
     
Empédocles de Agrigento proponía el amor y la discordia como los dos principios básicos que gobiernan el mundo y que, más tarde, S. Freud convertiría en Eros y Thánatos. Sin embargo, Rousseau y Adler consideran que el individuo es bueno por naturaleza, y C. Young incorpora elementos importantes en la configuración de la maldad como son los Arquetipos, la Sombra y el Inconsciente Colectivo
     
Para Vigotsky, toda función en el desarrollo del niño aparece primero en un plano social y más tarde en el psicológico personal. Young dice, sin embargo, que todo lo que seremos existe ya en nosotros; pero escondido en la "sombra"; en la sombra se esconden los reproches, la falta de amor y de cariño y la no aceptación. Los "complejos" que surgirán de esas experiencias abarcarán el sexo, la comida, el amor y el sentido de pertenencia. 
    
Para Heráclito, el Logos hay  que buscarlo en el mundo físico, que es el reflejo visible de la trama invisible que lo sustenta. El que lo logra, accede a un mundo común, donde la discordia es amor y lo divergente se hace convergente. Es el fundamento, lo que le da sentido a la vida; la norma y la regla que todo lo determina y que lo hace todo comprensible. 

lunes, 8 de febrero de 2016

LA PALABRA

"No abras los labios si no estás seguro de que lo que vas a decir es más hermoso que el silencio".  Proverbio Árabe

Hablamos de una persona que tiene palabra como de alguien para el que la palabra es algo valioso, opuesto a un flatus vocis; es decir, emitir palabras que no significan nada e intentar convencer de que tienen significado. Sin embargo, no toda palabra es útil y se muestra conveniente para satisfacer el fin que persigue. De hecho, hoy en día tiene un paupérrimo valor y cada vez tiene menos valor como garantía de fidelidad. Del estado lamentable de la palabra tienen mucho que ver los políticos y los medios de comunicación, que ultrajan a la palabra a diario. 
  
El desprestigio causado a la palabra, retrata a los que la elaboran porque al desatender la fidelidad que le es propia por el respeto debido, incluído el gramatical y el sintáctico, quebrantan la confianza depositada en su dicto y, presenta un mayor nivel de preocupación si alberga falsas esperanzas. 
   
Tanto los políticos como los profesionales de la palabra saben que la palabra posee cierta potestad taumatúrgica y puede generar esperanza en el oyente; pero también, cuando no se apoya en el factum, un paulatino escepticismo, por lo que no estaría de más que nuestros políticos y los que elaboran la palabra, volvieran a la lectura de los clásicos para habituarse a un discurso más transparente que atendiera más a la fidelidad que le es debida, se abriera al ciudadano y, sirviera para algo.