APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

lunes, 27 de marzo de 2017

"ORIGEN"

"lo que la oruga llama el fin, el resto del mundo le llama mariposa". Lao-Tsé

    La división está presente desde el principio en la historia de la creación. En el libro primero del Génesis se habla de polarización: "Luz y tinieblas, sol y luna, etc. Se dice que el ser humano fue creado como hombre-mujer y que Adán deseaba proyectarse al exterior y darle forma independiente a una parte de su ser. La palabra que Lutero tradujo por costilla, en hebreo (tselah), pertenece a la familia de tsel: sombra. He ahí que el ser humano atribuye a la sombra todo lo que considera malo. 
   Sin embargo, Adán y Eva no son conscientes de la división y permanecen en el Paraiso. Con la intervención de la serpiente, al prometer a Eva que si come del fruto del árbol de la ciencia, distinguirá entre el bien y el mal, y tendrá discernimiento, la división de las formas alcanza la conciencia. Este hecho, abrirá los ojos del ser humano a la polaridad.
   Adán y Eva pierden la conciencia kósmica y tienen que abandonar el Paraiso, el jardín de la Unidad, precipitándose en el mundo de la realidad polar de las formas materiales. El pecado original consiste en la separación de la Unidad. El ser humano está obligado a caminar entre elementos opuestos hasta su regreso a la Unidad, de vuelta al Paraíso.
  La polarización del bien y el mal condujo a la aparición del diablo como representante del mal. Mientras que Dios es la Unidad que reúne en sí todas las polaridades, el diablo, como decía Jesús, "...es el príncipe de este mundo...". El diablo es representado como señor de la polaridad: dos cuernos, pezuñas, tridentes, pentagramas (siempre con dos puntas hacia arriba). Esto implica que el mundo es diabólico.
    La duda se origina en el verbo; en el discurso a lo largo de la historia. Huir de la culpa y del pecado, exige tomar conciencia de la polaridad. En realidad el mal es una parte de la realidad, producto de nuestra conciencia, una forma de mirar. La redención pasa por anhelar la Unidad; pero es imposible anhelar la Unidad para el que no acepta una parte de la realidad y es entonces, cuando aparece la culpabilidad. 

domingo, 26 de marzo de 2017

"HUMANO"

"El ojo ve solo lo que la mente está preparada para comprender". Henri Bergson

     Heráclito atribuye al ser humano la percepción del "Logos"; es decir, el sentido y la ley que rige el mundo. La persona, a través del pensamiento, posee la facultad de entender el sentido de los acontecimientos y adentrarse en los contrastes de la vida para entenderla. Protágoras decía, "el hombre es la medida de todas las cosas...". Sin embargo, intuimos que existe una verdad eterna y vinculante detrás de todos los cambios del mundo sensible que despierta nuestra conciencia. 
     Fichte y Hegel convierten el sujeto finito en el elemento de desarrollo del espíritu absoluto. Sin embargo, para I. Kant, la razón está condicionada por la finitud y ligada a la sensibilidad con la limitación del conocimiento a la experiencia posible y al simple fenómeno. El cristianismo logrará darle a la dimensión histórica un lugar de diálogo entre Dios y el hombre; Nietzsche sacrificará la singularidad del acontecimiento histórico por el eterno proceso circular en el que, la libertad de decisión histórica, queda aplastada por la necesidad del eterno acontecer universal. El ser humano se debate entre el ser absoluto e impersonal que lo trasciende y el Dios personal que se revela en la historia. 
     Con Bergson, experimentamos la vivencia del tiempo y concluimos que la realidad no se capta racionalmente. La realidad viva huye del estatismo del concepto. El fluir de la vida acontece por intuición directa. Es una vivencia comprensiva. Explicamos la naturaleza, pero entendemos la vida anímica; la contingencia y la finitud, la alegría y la angustia, la paz interior y la preocupación, el éxito y el fracaso, el ser para la vida y el ser-para-la muerte de Heidegger. El ser humano tropieza una y otra vez con sus propias limitaciones. La única tarea posible es la voluntad de verdad que apunta hacia la trascendencia y que no podemos entender con la razón, solo está abierta a la intuición a través del símbolo. 

"El objeto se constituye en la conciencia". Edmund Husserl 


sábado, 25 de marzo de 2017

"EL CAMINO"

"Tu verdad devendrá más clara solamente cuando mires dentro de tu corazón...". Carl Gustav Jung

     La felicidad es la vocación universal del ser humano, una tendencia metida en lo más hondo de su ser,  un deseo profundo que lo arrastra; pero, ante todo es un estado de ánimo, un paisaje interior en el que se refleja lo satisfecho que uno está consigo mismo. Decía Siddarta Gautama que no hay un camino a la felicidad; la felicidad es el camino. La autoestima es el camino para una personalidad bien establecida. Tener una buena autoestima implica aceptarse ante los demás a pesar de las limitaciones, los errores y las expectativas no cumplidas. Las características de la persona bien integradas dibujan un estilo personal en el que se siente a gusto y bien instalado.
    Una de las carácteristcas más importantes de la personalidad es el autoconcepto. Carl Rogers dice que una sociedad sana permite que la persona se desarrolle tal cual es. Básicamente el desarrollo del autoconcepto es la historia de la tensión entre lo que la persona es y lo que la sociedad le permite. Un error frecuente que mina la autoestima consiste en compararse con los demás y cuando se hace, se explora la superficie, no el fondo. Se observa lo que uno tiene y no lo que es y cómo es. Cuando se mira de soslayo, aparecen las carencias personales, la tristeza por el bien ajeno, y la incapacidad para desarrollar lo que uno posee; la persona es asaltada por la inquietud, los nervios, el pesimismo y comienzan los pensamientos distorsionados que más pronto que tarde, provocan un intenso malestar. 
    Víctor Frankl  señala la importancia de la trascendencia, de encontrarle un sentido a la vida que va más allá de uno mismo: "Ser responsable significa ir eligiendo... ". La felicidad absoluta no existe; pero es posible un sentimento de felicidad razonable en el que exista una proporcionalidad ajustada entre instrumentos y objetivos, medios y fines. En el camino, es preciso tener en cuenta, que quien no sabe lo que quiere no puede ser feliz, y que toda realización personal es siempre deficitaria e insuficiente, porque el ser humano es un animal descontento por naturaleza; pero la vida tiene una totalidad, una impresión subjetiva global que le afecta al conjunto de la persona y en el caso de la felicidad, consiste en sentirse bien con uno mismo. 
   El ingrediente fundamental de la felicidad es el amor. El vacío afectivo marca negativamente la conducta. La vida está surcada de problemas, luchas,  fracasos, y muchas encrucijadas. La felicidad como camino consiste en aceptar los fracasos, resolver los problemas, elegir en las encrucijadas y, sobre todo, ir resolviendo el conflicto que llevamos en el interior, la presencia de lo "numinoso", ese poder que está más allá del individuo, y la vinculación con el exterior. La experiencia es como estar ligado a un estado de ánimo intenso que hace que uno se sienta seguro. Le aporta tal confianza que provoca una disposición psicológica hacia el interior y una manifestación social hacia el exterior que se proyecta en sus actos. Dependiendo de como se viva, predominará el sentimiento, la intuición o la contemplación. 
     

domingo, 12 de marzo de 2017

"POLARIDAD"

"Por un inmortal poder, 
todas las cosas, 
cercanas o lejanas, 
ocultamente, 
están ligadas entre si, 
de modo que no puedes 
arrancar una flor
sin perturbar las estrellas" 
 Francis Thompson 

          Decía Kahil Gibran, "Toda la creación existe en ti y todo lo que hay en ti existe también en la creación. No hay divisoria entre tu y un objeto que esté muy cerca de ti, como tampoco hay distancia entre tu y los objetos lejanos. Todas las cosas, las más pequeñas y las más grandes, las más bajas y las más altas, están en ti y son de tu misma condición. Un solo átomo contiene todos los elementos de la tierra. Un solo movimiento del espíritu contiene todas las leyes de la vida. En una sola gota de agua se encuentra el secreto del inmenso océano. Una sola manifestación de ti contiene todas las manifestaciones de la vida". El panorama kósmico lo generan sus propios habitantes. Con la vida surge la creación. El nacimiento de la conciencia cristaliza la realidad. El Universo está en constante división, cada proceso subatómico tiene la finalidad de multiplicar el mundo; nuestro cuerpo, nuestro cerebro, se dividen permanentemente. 
     En el segundo libro de La Creación, Adán, primera  criatura humana andrógina, es depositado en el Edén, jardín en el que hay dos árboles especiales, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Adán aún es la criatura total, es uno con el Todo. Pero concibe el deseo de proyectarse hacia el exterior y darle forma independiente a parte de su ser. Dios escucha su deseo y de su costado crea algo independiente. A partir de ese momento se pierde la conciencia kósmica, se pierde la Unidad y comienza la polaridad. La mitología de todos los pueblos, en todas las épocas, reconocen este tema central de la condición humana y lo representan con imágenes semejantes.  
     A partir de la división de la conciencia, la historia del ser humano será la historia de la persecución de la Unidad, de la Totalidad, que se le presenta inalcanzable. La polaridad se vive como una condena a caminar entre elementos opuestos hasta que se aprenda, asuma e integre el Todo y se vuelva a ser uno con la Unidad. Las religiones nunca entendieron, ni intentaron, convertir este mundo en el Paraiso. Solo enseñaron a aislarse como forma de regresar a la Unidad. Toda aplicación del potencial humano se percibe como diabólico. El Sandokai, uno de los textos básicos de la filosofía Zen, dice: "Luz y oscuridad están frente a frente. Pero la una depende de la otra como el paso de la pierna izquierda depende del paso de la pierna derecha". 
     El ser humano no nace culpable y no debe sentirse pecador y dejarse abrumar por la duda. La división no es pecado ni la personificación del mal. El versículo 22 del Shinjinmei, el texto más antiguo del budismo Zen, dice: "Si queda en nosotros la más mínima idea de la verdad y el error, nuestro espíritu sucumbirá en la confusión". La duda, a medio camino entre los polos, es inquietante, pero es necesaria para llegar a la convicción. El miedo que crea la duda es encogimiento y represión, y genera una actitud que impide la apertura y la expansión. La convicción, sin embargo, destruye las ilusiones con las que  el ego quiere evadirse. No sirve a la evasión y al engaño. Para alcanzar la Unidad hay que aceptar la vida,  no huir y cerrar los ojos. 
     Más allá de la polaridad está la luz. El fin de la oscuridad es hacerse luz, aquella solo le sirve de soporte a esta. La luz existe, la oscuridad no. La sombra solo es amenazadora mientras permanece en la oscuridad; pero una vez que se lleva la luz a las tinieblas y se contempla lo oscuro, desaparece el mal. La contemplación es la fórmula para adquirir conocimiento que es la herramienta que transforma la calidad de lo contemplado, porque lleva luz donde solo hay oscuridad. El mundo no es imperfecto, lo es la mirada de quien lo observa porque no se reconoce en la totalidad. No es necesario renunciar a la vida y a recorrer conscientemente la existencia. Debemos tener el valor de enfrentar los retos de lo cotidiano, aceptando lo que se nos presenta y eligiendo lo que queremos. Si existe una ley con verdadero poder sobre el ser humano, es la del ineludible regreso a la Unidad, y el instrumento más eficaz para no desviar el camino es el amor que une lo separado en su vuelta a la Totalidad.

sábado, 11 de marzo de 2017

"ENFERMEDAD COMO CAMINO"

"Es fácil creer que somos olas y olvidar que también somos el océano". Jon J. Muth
      
Se lamentaba Ofelia en Hamlet: "¡Oh, que noble espíritu ha quedado destruido aquí!. La enfermedad nos hace sinceros porque trae a la luz lo que nuestra mente trata de esconder. No queremos mostrar nuestro ser más íntimo, suponiendo que lo conozcamos; sin embargo, el síntoma lo expresa con todo lujo de detalles. La enfermedad es franca y sincera, y descubre implacable nuestra alma. 

La sombra nos hace seres incompletos, y para completarnos lo que permanece en la sombra debe salir a la luz. En "El Santo Grial" Anfortas enferma y no puede curarse porque no se atreve a preguntarse cual es la verdadera causa de su herida. La sombra enferma, y la sola pregunta acerca del mal, el lado oscuro del ser humano, tiene poder curativo. Viajar a la oscuridad es terapéutico, por eso, todos los héroes míticos luchaban con monstruos, dragones, diablos, e incluso descendían al mismo Hades (infierno). Un síntoma siempre es una parte de la sombra que se introduce en la materia para completarnos; es el sucedáneo físico de aquello que le falta al alma.

El cuerpo es el espejo del alma y muestra aquello que no podemos reconocer más que por el reflejo. En la sombra permanece lo que se evita. La sinceridad es la tarea más importante y difícil que la persona tiene que acometer para conocerse a si misma. La sombra hace que todos los propósitos y los afanes del ser humano se vuelvan en su contra. El miedo a encontrar en si mismos la fuente de toda desgracia hace que se proyecten las manifestaciones de la sombra en el mal ajeno. Insistimos en no reconocerlo y lo convertimos en una pugna constante que garantiza que nos ocupemos con especial intensidad de la parte de la realidad que rechazamos, de tal forma que el principio rechazado se convierte en nuestra vida. 

No debemos olvidar que rechazo y lucha significan entrega y obsesión. La sombra nos angustia porque estamos convencidos de que debemos rechazarla. El entorno hace de espejo en el que nos miramos y en el que vemos reflejada la sombra que no queremos o no podemos ver en nosotros mismos. De la misma forma que no podemos ver algunas partes de nuestro cuerpo, padecemos una ceguera parcial en nuestra mente y solo podemos ver nuestra parte invisible en el exterior. 
     
     

viernes, 10 de marzo de 2017

"SIMBOLO"

"Cuando decimos materia, estamos creando un símbolo para algo desconocido...,  que también puede ser Dios". C.G.Jung

     El símbolo es un signo que, a través de su significación inmediata, nos envía a otra significación que se oculta en su interior. Se trata de una región del lenguaje en la que, otro sentido se da y se oculta a la vez. La imaginación simbólica es una forma filogenéticamente anterior de nuestro pensamiento.
   Los llamados pueblos primitivos veían en los sueños mensajes cifrados de los dioses. Los mensajes requieren descubrir su significado oculto, igual que el simbolismo poético. En ambos casos, la estructura simbólica es la misma, un significado que se revela a través de su significado inmediato. 
     Se trata de una región del lenguaje en la que otro sentido se da y se oculta a la vez. Todos los seres humanos utilizan los mismos símbolos y arquetipos que forman el inconsciente colectivo. Es la región más profunda y significativa de la realidad que se nos escapa si no recurrimos al símbolo. 
    El símbolo es un discurso infinito que da que hablar, y siempre da que pensar. Es trascendencia, aunque hoy día se quiera sustituir por una supuesta mentalidad objetiva.  Nace de lo divino y brota de una experiencia originaria y fascinante que sobrepasa lo profano.
    Para F. de Saussure en el símbolo hay siempre un rudimento de vínculo natural. El símbolo posee ritmo vital. Sirve para medir el tiempo y la historia, la fertilidad y la sexualidad, la vida y la muerte. Cada uno tiene su símbolo, la serpiente, la concha, la perla, la espiral, el caracol. Posee una fuerza viva que arrastra a la persona y la mueve a elegir y actuar. 

domingo, 5 de marzo de 2017

"CONOCIMIENTO"

"Vale más saber alguna cosa de todo que saber todo de alguna cosa". Blaise Pascal

     La percepción es una experiencia privada, no podemos compartir la experiencia de "azul", tampoco la experiencia de ser tocado, oler una rosa, comer una manzana o escuchar música. Los colores difieren en su longitud de onda, entre los 400 y los 450 namómetros percibimos el violeta, entre los 450 y los 500 el azul, entre los 500 y los 570 el verde, etc. Además, la percepción depende del contraste simultáneo, del nivel de adaptación del que observa, de la memoria... La percepción táctil, se recibe en los receptores de la piel que se codifica en señales eléctricas. En la percepción del dolor influyen, sin embargo, factores como la cultura, la experiencia, la situación..., mientras que un patrón de cambios en la presión del aire que recibe el nombre de "onda sonora" se transforma en el oído en energía eléctrica.
     El conocimiento es mucho más que la acumulación de datos acumulados de los sentidos. A pesar de que la materia no existe de forma independiente de la percepción y que el sujeto es la base del mundo, solo lo es en cuanto conoce. Su cuerpo es objeto porque está en el espacio-tiempo, pero el sujeto está fuera, está en cada ser capaz de representación. El tiempo y el espacio, y todo lo que en ellos se da, solo tienen una existencia relativa. La materia es pura causalidad y todos los fenómenos y estados imaginables coexisten en un Kosmos infinito. 
     La realidad no existe más que para el observador. Por medio del entendimiento intuimos la "realidad"; pero lo que el ojo, el oído y el tacto sienten, no es intuición, es un "dato". Solo cuando el "entendimiento" observa, aparece la realidad. Con los datos que le proporcionan los sentidos, el "intellectus" intuye los fenómenos sensibles; porque la intuición es sensible e inteligible; es puro conocimiento. Toda experiencia depende del conocimiento, no al revés. La representación y el objeto son la misma cosa, la intuición y la acción. Toda causalidad solo existe en el entendimiento para el pensamiento. La realidad se construye con el entendimiento; pero es imposible pensar la realidad sin el sujeto; está condicionada a perpetuidad por el, y posee idealidad trascendental. 
     
     

"COMPRENDER"

"Cuando escuché al sabio astrónomo, 
cuando se me mostraron las cartas y los diagramas para sumarlos, dividirlos 
y
medirlos, 
cuando, sentado ante el astrónomo, oí su conferencia ante el nutrido aplauso, 
en clase, 
pronto me sentí indeciblemente cansado y harto 
hasta que, poniéndome de pie, me deslicé fuera y me puse a vagar, solo, 
en el aire místico y húmedo de la noche; y de vez en cuando miraba hacia las 
estrellas rodeado de completo silencio". Walt Whitman

     Pretender que la ciencia nos ofrece una copia exacta de la realidad es un mito que no comparten ni los propios científicos. La teoría no es más que una construcción mental convencional que no coincide en absoluto con la realidad, solo permite la elaboración de reglas de actuación. Aún no ha sido posible contrastar directamente la termodinámica relativista, y sin embargo se acepta con confianza, ya que constituye una generalización que involucra dos teorías aceptables: la termodinámica clásica y la teoría especial de la relatividad.
     Parece que la ciencia progresa; pero es un proceso de transformación, unas ideas sustituyen a otras, un sistema sustituye a otro anterior; cambia el panorama del pensamiento, pero no se avanza en absoluto. Según T. S. Kuhn, la ciencia es, fundamentalmente, obra de la comunidad de científicos, no obra de genios aislados y, para ingresar en dicha comunidad, es preciso asimilar el paradigma. Lo que se realiza dentro del paradigma, constituye la "ciencia formal"  y las anomalías con el paradigma, se rechazan, hasta que aparece una crisis que obliga a cambiar de paradigma y sobreviene una revolución científica. 
  La ciencia no progresa acumulativamente, sino por medio de revoluciones. Copérnico, Newton, Lavoisier y Einstein, están asociados a estos momentos revolucionarios. En la física de Aristóteles predominaba el modelo de explicación teleológica, con Galileo se impone la explicación deductiva que desplaza el modelo aristotélico. Con la aparición de la psicología, Dilthey afirma que con las ciencias del "espíritu" no se pueden utilizar explicaciones. El objetivo de las ciencias "físicas" es explicar, pero el de las ciencias del espíritu es comprender. 
   En general se entiende que comprender es algo opuesto a explicar. Explicar consiste en reducir algo a causas o leyes; pero el fenómeno no es penetrado en si mismo, no se capta su singularidad. Comprender es captar su sentido y poder integrarlo en su contexto; una cosa es explicar una psicosis y otra muy distinta, intentar comprender al enfermo, penetrar en su interior para captar el mundo de representaciones y angustias en las que vive. 

miércoles, 1 de marzo de 2017

"AXIOMA"

"El conocimiento descansa, no solo sobre la verdad, sino también sobre el error". C. G. Jung

La lógica no es solo "juego", "cálculo", o "instrumento" para pensar bien, es ciencia formal y, al igual que en las matemáticas, su método tradicional es el método axiomático. El concepto de axioma significa en griego "dignidad" y se debe a Aristóteles que afirmó que los "principios" de toda demostración son axiomas y definiciones. Decía que los axiomas eran verdades primeras e inmediatas, evidentes por si mismas por simple intuición, indemostrables y comunes a todas las ciencias. Descartes los consideraba "verdades eternas", y Leibniz, "principios innatos". 
   
Aristóteles decía, "todo se identifica consigo mismo" y de esto deriva el principio de contradicción: "es imposible ser y no ser al mismo tiempo". Erwin schrodinger con su desconcertante experimento demostraría que, como el electrón es onda y partícula al mismo tiempo, será detectado y a la vez no lo será, por lo que ambos estados,  el gato vivo y muerto son igual de reales, solo que nosotros lo vemos vivo o muerto. 
  
Euclides de Alejandría axiomatizó la geometría. Para el, los principios de toda demostración geométrica son definiciones, postulados y axiomas. Los axiomas eran verdades indemostrables, pero evidentes y, ya no específicamente geométricas. A partir de las definiciones, los postulados, y los axiomas, se hacían posibles los teoremas, enunciados no evidentes, pero demostrables. Arquímedes axiomatizaria el estudio de la palanca y Newton, haría lo propio con la mecánica más tarde. De esta forma, la axiomatica primitiva era un método deductivo que partiría de axiomas evidentes de carácter "intuitivo". 
   
En la axiomatica contemporánea, la distinción entre axiomas y postulados, no es necesaria; ni unos ni los otros son evidentes en si mismos, ni tampoco demostrables; solo son el fundamento de toda demostración. Lobatchewsky  y Riemann, en el siglo XIX crearon nuevas geometrías en las que se transformaba el postulado quinto de Euclides, lo que no quería decir que el postulado fuera falso, sino que podían construirse otras geometrías a partir de otros postulados y axiomas. Este hecho llevaría a que Hilbert afirmara que los axiomas no son evidentes y que se establecen arbitrariamente.