APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

viernes, 2 de noviembre de 2018

"EL ETERNO RETORNO DEL UNIVERSO"

"...el reino de los cielos está en nosotros mismos, es decir, que la trascendencia está en el hombre, en el amor del hombre por si mismo, por los demás y por el mundo". Friedich Nietzsche: "Así habló Zaratustra"

Según Nietzsche vivimos la vida sin la intensidad necesaria, y sin la pretensión y anhelo de convertir cada instante en algo maravilloso hasta el punto de justificar la existencia. El eterno retorno es una concepción filosófica planteada por el estoicismo. Proponía la repetición de un mundo que se extingue eternamente para volver a crearse. Es una visión circular del tiempo en la que los acontecimientos siguen reglas de causalidad. Se da un principio y un final que genera a su vez de nuevo el principio. Decía Heráclito que, "la ley del eterno retorno es la misma, en gran escala, de lo que es en pequeña escala, el cambio de la vida a la muerte, del derrumbe de Estados, costumbres, condiciones culturales, etc.

Friedich Nietzsche plantea en "La gaya ciencia" que no son sólo los acontecimientos los que se repiten, sino también los pensamientos, sentimientos e ideas, en una repetición infinita e incansable. En la literatura de Flaubert, García Márquez, Borges, H. Hesse, Kundera, y Michael Ende se encuentran ejemplos de esta idea. Mircea Elíade en "El mito del eterno retorno", lo ve como una creencia religiosa universal de la capacidad de volver a la "edad de oro" a través del mito y el rito. Describe un proceso que depende del comportamiento humano.

H. Poincaré decía que un sistema con una cantidad finita de energía confinado en un volumen espacial finito e invariable en el tiempo, retornará tras un tiempo, a un estado próximo al inicial. Algunos científicos trataron de "imaginar" una teoría alternativa al Big-Bang, entre ellos estaban Steinhardt-Turok, dos de los mejores científicos del momento que, a principios de este siglo, plantearon la teoría cíclica.

Su teoría baraja algunos conceptos de la llamada teoría M y la teoría de cuerdas y supercuerdas. La teoría de cuerdas postula que las partículas que forman nuestro universo son una especie de pequeñas cuerdas. Las branas o membranas serían una versión a gran escala de las cuerdas. Pues bien, según la teoría de Steinhardt-Turok, nosotros vivimos en una de las branas, pero no estamos solos, puesto que existe una brana paralela a la nuestra y separada de nosotros por una distancia ínfima. Nuestro universo está formado por dos mundos o dimensiones paralelas, pero no podemos ver esa otra dimensión porque la luz solo se transmite a lo largo de la nuestra, pero ambas están ligadas entre si, e interacionan una con otra a ciertos niveles.

Según la teoría cíclica, nuestro universo pudo haber existido siempre, a través de una secuencia inacabable de ciclos en los que se contrae en un Big Crunch y emerge de nuevo en un Big-Bang. Penrose en su teoría cíclica plantea que los universos se suceden uno detrás de otro. Este modelo explica cuestiones fundamentales, como por ejemplo, la entropía inicial inusualmente alta observada. La propuesta es matemáticamente consistente, aunque sea escandalosa en palabras del propio Penrose. Afirma, asimismo, haber encontrado los puntos de Hawking que serían huellas de universos pasados que apoyarían la teoría.