APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

martes, 30 de julio de 2019

"INDUSTRIA DEL RELATO/CRISIS DE LA ESPERANZA"

"La historia de las luchas de poder sigue estando casi totalmente oculta. El saber no entra en ello: eso no debe saberse". M. Foucault

Para  muchos es ya un tópico hablar de crisis de la esperanza. Con la lucha por el relato en el ruedo de la política, tan de actualidad en España, se ha vuelto a poner en crisis el concepto idealista de la esperanza, llevándose por delante en cierta manera la del futuro, lugar natural de la esperanza.

Decía Wittgenstein que los limites de nuestro lenguaje son los límites de nuestro mundo, y Foucault que no hay más verdad que la que estabece el poder. Para el filósofo Salvador Paniker, el hombre es un animal enajenado, víctima del simbolismo de su lenguaje. La percepción de la realidad es filtrada por las categorías del mundo simbólico, y las personas son dominadas y condicionadas por el mundo simbólico del lenguaje. 

Se respira en la actualidad cierta cultura para las masas, no surgida de ella, sino de los propietarios de los medios de produción. Es una cultura a la que le falta espontaneidad, condicionada por los medios de comunicación que ejercen de creadores de opinión, y tienen el objetivo de llegar al mayor número posible de individuos, y que estos compren, no sólo los productos que la industria cultural ofrece, sino, también su discurso. 

Escribía George Orwell en "1984": "-¿No ves que la finalidad de la neolengua es limitar el alcance del pensamiento, estrechar el radio de acción de la mente? Este es un debate entre el lenguaje y la sociedad que hoy está más vigente que nunca porque ha puesto de acuerdo a nuestros políticos con el discurso del capital. La búsqueda de dicho nexo obedece a la necesidad de las personas para encontrar el origen de sus conductas que le da carácter de actualIdad cuando dice Marcuse: "los productos adoctrinan y manipulan, promueven una falsa consciencia inmune a su falsedad (...)". Podría continuarse diciendo que los esclavos de la cuarta revolución industrial, llámese revolución digital, son esclavos sublimados, pero son esclavos. 

Actualmente ya no sólo se explota a los trabajadores y consumidores a través de la maquinaria industrial como antaño, sino con la sujeción espiritual, psíquica y personal que esconde el "relato" que impide potenciar la esperanza en el futuro como utopia; es decir,  la esperanza en un plan o sistema ideal de gobierno en el que se conciba una sociedad justa y equitativa en la que la solución de los conflictos lleve a la necesaria armonia en la rueda de la vida. La maquinaria puesta en marcha, no pretende, como decía Kant, hacernos mayores de edad, sino vendernos el discurso del crecimiento y el consumo como promesa de felicidad. La universalización del crecimiento como causa esencial de transformación del individuo. Un crecimiento a ninguna parte, cuyos vectores se dirigen a conveniencia del discurso político del momento, siempre dirigido por la presión de la rentabilidad. 






viernes, 15 de febrero de 2019

"¿MÁSCARA O ROBOT?"

"El más triste aspecto de la vida ahora mismo, es que la ciencia alcanza el conocimiento más rápido que la sociedad alcanza la sabiduría". Isaac Asimov

La máscara es una pieza adornada que cubre total o parcialmente la cara. Los etnólogos sitúan el nacimiento de la máscara en el momento que se produce la autoconciencia. En la antigüedad, la persona utilizaba la máscara para relacionarse con su mundo circundante. A todos los seres se les conceden fuerzas sobrenaturales y sobre ellos se proyectan contenidos inconscientes; en consecuencia, se personifican para influir en las "fuerzas demoníacas".

Un robot es una entidad virtual o mecánica artificial. Por su apariencia y movimientos parece tener un propósito propio. En el siglo IV antes de Cristo, el matemático griego Arquitas de Tarento construyó un ave mecánica que funcionaba con vapor. Al Jazari también construyó una serie de máquinas automatizadas y los primeros robots humanoides programables. Hisashige Tanaka conocido como el edison japonés construyó juguetes que servían el té. En la actualidad, los robots se utilizan ampliamente y realizan tareas de forma más exacta y más barata que los seres humanos.

Las sorprendentes innovaciones provocadas por la revolución digital desde la biotecnología hasta la inteligencia artificial están redefiniendo al ser humano. A medida que progresa el conocimiento y los descubrimientos en este campo, nuestro compromiso y nuestra voluntad ética es fundamental. Como seres sociales tenemos que pensar como resolver los nuevos desafíos. Debemos ser conscientes que los nuevos descubrimientos podrían ser utilizados para servir intereses creados y no los del público en general. Stephen Hawking y sus colegas escribieron en el The Independent: "Mientras que el impacto de la inteligencia artificial a corto plazo depende de quien la controle, el efecto a largo plazo depende de si se puede controlar del todo".

Amazon y Netflix ya poseen algoritmos que predicen las películas y los libros que podríamos desear ver y leer. Cuando se consideran este tipo de implicaciones nos adentramos en un territorio de transformación humana que jamás se ha experimentado. Si nuestro comportamiento se vuelve predecible, ¿qué pasa con nuestra libertad?; ¿podríamos llegar a actuar como robots? ¿Cómo mantener nuestra individualidad, la fuente de nuestra diversidad? ¿Qué pasa con la democracia?. La respuesta está en que, cuanto más digital y de alta tecnología sea el mundo, más será necesario el contacto humano.

Hai que tener en cuenta que, si no entendemos y atendemos a los desafíos de las nuevas tecnologías, cuanto más profundice la revolución digital en nuestras relaciones, menores serán nuestras habilidades y la capacidad de empatizar. Un estudio de la Universidad de Michigan observó una caída del 40% en la empatía entre estudiantes universitarios. Las interacciones en línea han desplazado a las conversaciones cara a cara y el 44% de los adolescentes no se desconectan mientras practican deporte, están con los amigos o cenan con la familia. En esta situación, los problemas de escucha, el establecimiento del contacto visual y la lectura del lenguaje corporal desaparecerán. 

El tiempo, la reflexión y la conversación sin ayuda de las nuevas tecnologías puede llegar a ser impensable. No se trata que tengamos que renunciar a los beneficios de la nueva revolución, sino que la utilicemos con "intención" de mejorar. La Red divide la atención y puede limitar nuestra capacidad cognitiva. Las interrupciones frecuentes dispersan nuestros pensamientos, debilitan la memoria y favorece la tensión y el nerviosismo. Decía Herbert Simon que "una riqueza de información crea una pobreza de atención". Para aprovechar la información, nada mejor que ir lento y prestar atención ante la distracción. Nuestro cerebro corre el riesgo de convertirse en una maquina en perpetuo movimiento en estado de frenesí. 

Los responsables de la toma de decisiones en la sociedad global están sumidos en la competición mientras el público, en el día a día, se sumerge en la frustración, la resignación y la desesperación. Michael Sandel observa que parecemos dispuestos a reemplazar la privacidad por la conveniencia en muchos de los dispositivos que utilizamos habitualmente. Internet puede ser una herramienta importante para la liberación sin precedentes, pero también un acicate de control y de vigilancia masiva indiscriminada y de gran alcance. El debate sobre el significado de la intimidad está abierto. En el mundo de la información que se supone transparente, se abren de par en par las puertas a las fake News y a una propaganda que intoxica el conocimiento y perturba la realidad. 

La revolución digital convierte a la tecnología en omnipresente en nuestras vidas. Existen numerosas investigaciones que muestran que cuando una persona sabe que está siendo observada, su comportamiento es más conformista y obediente. Es responsabilidad de cada uno de nosotros proteger nuestro yo interior y que las nuevas tecnologías no sean una herramienta para esclavizarnos con nuestro propio consentimiento. Debemos entender los desafíos que las nuevas tecnologías nos aportan para garantizar que sirva para beneficiar al ser humano en su conjunto. Solo de esa forma podremos estar seguros de que la revolución digital mejorará nuestras vidas en lugar de convertirnos en robots alienados. 

viernes, 8 de febrero de 2019

"REVOLUCIÓN DIGITAL"

"La dominación tiene su propia estética y la dominación democrática tiene su estética democrática". Herbert Marcuse

Un acontecimiento puede iniciar un cambio social, económico y moral que se propague con rapidez. Ciertas innovaciones comerciales pueden iniciar la aceleración de establecimientos que crezcan exponencialmente y, cuya propaganda se dirija a seducir para expandir el deseo de un nuevo producto. Una vez puesto en marcha el engranaje, la industria, la economía y, como consecuencia, la sociedad se transforman a gran velocidad. Es lo que está sucediendo con la revolución tecnológica actual que está transformando a la humanidad. 

A diario, miles de millones de personas están conectadas a sus dispositivos móviles que evidencian una verdadera revolución en todos los ámbitos, lo que debería suponer una mayor capacidad para acceder al conocimiento. De igual forma, asistimos a un cambio paulatino, pero radical, del trabajo y de la comunicación. Al mismo tiempo, también asistimos a una nueva forma de entender las instituciones y la política. Se nos vende el mensaje de que los gobiernos y los políticos deben someter sus decisiones a "los mercados" y, observamos perplejos como en muchos casos, son estos los que proponen gobiernos y apoyan las candidaturas de gran parte de los políticos. 

Observamos indiferentes como el poder que ejercen los grandes "lobbys"  se acrecienta y, como consecuencia, los ricos acaparan la riqueza extendiendo la pobreza, en tanto la incertidumbre y la escasez se apoderan del planeta. O como se utilizan a diario las nuevas tecnologías para cambiar el comportamiento, y los sistemas de producción y consumo. Como la salud, la educación, y los servicios sociales se reinventan y se publicita el discurso del "no es sostenible".

Permanecemos indiferentes a la fragmentación que impide una comprensión integral en el plano mundial. La información se mediatiza y se impide una visión compartida de como las nuevas tecnologías están cambiando nuestras vidas y las de las nuevas generaciones, cambiando el contexto económico, social, cultural y humano. En ese contexto, quienes adoptan las decisiones están absortos en un mundo en el que "el mercado" es lo que cuenta, mientras el ciudadano de a pie permanece ajeno al engranaje de un mundo estrategicamente pensado por y para el ánimo de lucro.

La revolución tecnológica afectará al mundo en su conjunto, sus economías, y a sus pobladores. Por ello, es importante que el ser humano, en todas las partes del mundo, participe y se beneficie de una transformación social que redunde en su crecimiento personal y humano. No se trata de aceptar o rechazar los cambios, sino de reflexionar sobre nosotros mismos y sobre el modelo social que se nos propone para tener más oportunidades de aprovechar la revolución tecnológica, de tal forma que mejore nuestro bienestar y el estado del mundo. Asegurarnos de que sirve para empoderar a los seres humanos, y evitar la división y la explotación.

Esta revolución tecnológica está generando grandes beneficios para unos pocos que extienden su poder económico a nivel global, pero también provocando una desigualdad exacerbada. La inmensa mayoría somos consumidores y, aunque en apariencia parecemos ser los beneficiados porque hace posible insertar en el mercado nuevos productos y servicios, también aumenta nuestra eficiencia consumista. Internet, el móbil, y las miles de aplicaciones, hacen nuestra vida más fácil, pero también, más labil y vulnerable. El desafío creado, no debe estar sólo del lado del proveedor, sino también del consumidor, y no limitarse a ser un consumidor pasivo.

Los grandes beneficiarios son los proveedores del capital, lo que explica la creciente brecha de riqueza entre las personas que dependen de su trabajo y las que poseen el capital. Explica también la desilusión entre los trabajadores cuando ven que de un día para otro desaparece su trabajo, o que sus ingresos reales no aumentarán durante toda su vida; también la desilusión de los pensionistas que ven peligrar su pensión, o la desilusión de nuestra generación al pensar que sus hijos e hijas podrían tener que pasarse la vida sin un trabajo digno y, tener una vida peor que la nuestra.

La concentración de los beneficios y del valor también se ve agravada por el "efecto plataforma" en el que organizaciones digitales crean redes que conectan compradores y vendedores en una amplia variedad de servicios y productos; que generan grandes concentraciones de poder en unas pocas plataformas y, que dominan el mercado; y que, por una parte, incrementan el rendimiento y el disfrute a gran escala, pero, por otra, generan grandes bolsas de pobreza, al no ser necesaria la mano de obra humana,  Todos estos cambios son difíciles de regular y gestionar y tienen grandes efectos económicos, políticos y sociales; pero, ello no significa que debamos permaner impotentes ante esa realidad. Es nuestra responsabilidad exigir a nuestros gobernantes el establecimiento de valores comunes y decisiones políticas valientes para impulsar los cambios que conviertan a la revolución tecnológica en una oportunidad para todos.

viernes, 1 de febrero de 2019

"PALABRA Y DEMOCRACIA"

"La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a si mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano". Friedich Nietzsche

Hablamos de una persona que tiene palabra como de alguien para el que la palabra es algo valioso, opuesto a un flatus vocis; es decir, emitir palabras que no significan nada e intentar convencernos de que tienen significado. Sin embargo, no toda palabra es útil y se muestra conveniente para satisfacer el fin que se persigue. De hecho, hoy tiene un paupérrimo valor y cada vez tiene menos valor como garantía de fidelidad. El desprestigio causado a la palabra, retrata a los que la elaboran porque al desatender la fidelidad que le es propia por el respeto debido, incluído el gramatical y el sintáctico, quebrantan la confianza depositada en su dicto.

Los políticos y los profesionales de la palabra saben que la palabra posee cierta potestad taumatúrgica; pero también que, cuando no se apoya en el factum, genera un paulatino escepticismo, por lo que no estaría de más que el poder y los políticos abandonaran la doble moral y, utilizaran un discurso más transparente que atendiera a la fidelidad que le es debida, se abriera al ciudadano y, sirviera para propugnar la paz y la concordia. 

El Poder forcejea con el lenguaje e intenta secuestrarlo, monopolizarlo y fijarlo. Descubre que la estructura formal del lenguaje tiene infinidad de niveles y que las formas del lenguaje mudan la percepción, configurando la cara de la verdad y el grado concreto de las cosas: su color y su adherencia. Observa que puede ser utilizado como instrumento arbitrario construído para dominar las cosas o a otros seres humanos. De esta forma, la palabra, lejos de ser portadora de significado, se convierte en un signo sin cualidad, una etiqueta manipulable de estrategias, de señales y de consignas. En este contexto, la idea de "humanidad", "democracia", o "fraternidad" se convierte en palabrería. 

Los usos cotidianos, las acciones aparentemente espontáneas, son producto de un "entramado económico" que administra "la información", empobrece el lenguaje, y el diálogo gira en torno a fórmulas organizadas cuyo contenido es la antesala de un suculento negocio. De tal forma que lfalsedad y la hipocresía se apoderan de la integridad y la honestidad convirtiendo a la sociedad en cómplice de "las estructuras de poder". El resultado es la extensión de la sombra del "aparato económico" sobre "lo políticoimposibilitando alcanzar la verdadera democracia.  El aplastante "ruido" de la economía globalizadora se va extiendiendo a través del lenguaje con la ayuda de los medios de comunicación favorables. De tal forma que sociedades en apariencia humanitarias, exponentes de libertades y derechos, ejercerán un "dominio silencioso" sobre el ciudadano que apunta a la instrumentalización.

Derrida afirma que la mentira es un estado intencional que se sabe tergiversador de una determinada situación. Por razones estructurales será imposible determinar el engaño aunque se determine la mentira. Demasiado fácil para un mentiroso hábil. Las mentiras cuando se hacen colectivas hilan la trama de la historia; son las mentiras con las que construimos lo que sucede. Lo que ocurre no miente, son las personas las que mienten por intereses creados. De tal forma que la ineludible centralidad de la mentira se converte en fundamento de orden mundial, más allá de consideraciones morales o éticas. Se trata de un dominio ejercido sobre las conciencias que muestra las contradicciones que encierran las sociedades modernas, donde la verdad y la mentira se presentan como nociones antitéticas, como conceptos enfrentados y relacionados en términos dicotómicos estrictos. El carácter ontológico sobre lo verdadero y lo falso se asienta sobre entidades subjetivas. 

En la actualidad político social, la justificación de la mentira se impone como requisito de una cómoda existencia. La forma de decir lo que sucede oculta otras formas de contar la realidad. Es una realidad enfrentada con una mentira que habla. En la deformación sobre la visión de la realidad, se impone cierta interpretación que obedece a una cuestión de economía, aunque lo que se necesite sea una categoría que transforme la realidad usurpadora de verdad y que no sea mentira. Una porción de verdad que le de un verdadero sentido ético y estético a nuestras acciones en la vida. La civilización está plagada de mentiras y engaños, y ante unha situación mentirosa de nada sirve el autoengaño.







viernes, 25 de enero de 2019

"UNIVERSO Y CONSCIENCIA"

"Estableced el orden, el hábito se encargará de mantenerlo". Francisco de Gastón

El orden mecanicista considera el mundo constituido por entidades que están unas fuera de las otras en el sentido de que existen independientes en diferentes regiones del espacio y del tiempo e interactúan de tal forma que no producen cambio alguno en sus naturalezas esenciales. La máquina seria una muestra de este tipo de orden; sin embargo, en el ser vivo, cada una de sus partes se desarrolla en el contexto de un todo orgánico. Por lo tanto, no puede decirse que interactúa simplemente con los demás sin que sea afectado por la relación.

La teoría de la relatividad puso en cuestión el orden mecanicista. Consideraba que no era posible que la partícula existiera de forma independiente. Einstein propuso que la realidad estaba constituida por campos (teoría del campo unificado). El Universo entero, incluyendo a los seres humanos, eran una sola totalidad no dividida. Lamentablemente, Einstein no fue capaz de obtener una formulación coherente y satisfactoria de dicha teoría. No tuvo éxito en su intento de proporcionar una base mecanicista definitiva para la física, ya que, el concepto de campo todavía conserva los rasgos esenciales de la teoría mecanicista. 

No obstante, cabe tener en cuenta: Primero, que el movimiento es generalmente discontinuo, y la acción está constituida por cuántos indivisibles. Segundo, que el electrón puede mostrar propiedades diferentes, como partícula, como onda, o como algo intermedio, dependiendo del entorno en el que esté. Y, por último, dos entidades que se combinan y después se separan, continúan manteniendo una relación no local, o si se prefiere, una conexión no causal. De esta forma, si todas las acciones tienen lugar en forma de cuantos discretos, las interacciones entre individuos diferentes constituyen una única estructura de enlaces indivisibles. Cada elemento que podamos abstraer en nuestro pensamiento muestra propiedades básicas que dependen de su entorno global, del mismo modo que los órganos que constituyen al cuerpo humano. 

Cada una de las partes contiene información acerca del Todo. La forma y la estructura del individuo están plegadas dentro del todo, es el orden implicado, todo está plegado dentro de todo. El orden real está en el movimiento de los campos electromagnéticos en forma de ondas luz  que está presente en todas partes, y no solo está presente en este campo, sino en el electrónico, el protónico, las ondas de sonido, etc. Lo que existe es holomovimiento.

Lo anterior parece indicarnos que es necesaria una nueva theoria que permita ver este nuevo enfoque. Es hora de abandonar el orden mecanicista. No es tarea fácil, porque nuestras nociones de orden están omnipresentes y no solo informan a nuestro pensamiento, también a nuestros sentidos, nuestras intuiciones y, a nuestras relaciones con los demás y con nuestra sociedad. Es difícil dar el paso y cambiar nuestras nociones de orden y considerar una noción de un orden nuevo. Es tarea de nuestro pensamiento y de nuestra inteligencia hacer brotar la consciencia que permita su observación.


viernes, 18 de enero de 2019

"PENSAMIENTO"

"Somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge de nuestro pensamiento. Con nuestro pensamiento construimos el mundo". Siddarta Gautama 


Para un niño, los contenidos de su pensamiento y las cosas reales son difíciles de diferenciar, y puede imaginar que esos contenidos son visibles. Más adelante  (a través de un proceso de aprendizaje) advierte que las cosas que percibe son solo pensamientos. A los llamados "hombres primitivos" les ocurría algo parecido. El pensamiento y la cosa no pueden ser analizados como algo que existe por separado.


El pensamiento es la respuesta activa de la memoria a cada fase de la vida, incluidas la respuesta emocional, sensitiva, muscular y física. Una de las primeras formas del pensamiento es el recuerdo del placer y el dolor, relacionado con una imagen visual, auditiva u olfatoria que se puede evocar a partir de una situación. El pensamiento, considerado de este modo, es básicamente mecánico. En este proceso mecánico, no hay razón para que los pensamientos que surjan sean relevantes o adecuados a la situación que evocan.

La acción de percibir si los pensamientos son relevantes o adecuados requiere de una energía que no es mecánica, la inteligencia. Cuando el pensamiento actúa por si solo, es mecanico y no inteligente; pero, el pensamiento responde, no sólo desde la memoria, sino también con la percepción de la inteligencia . 

La inteligencia  sirve para establecer un orden significativo que tiene origen más allá de la propia estructura mecánica del pensamiento, un orden que procede del interior de un flujo universal que no puede ser reducido a nada definible en términos de estructuras cognoscibles. La mente y la materia son abstraciones de ese flujo universal. Pero es el pensamiento, a través de la inteligencia, el que puede producir la armonía entre mente y materia.

El contenido del pensamiento tiene relación con "las cosas reales que refleja". La palabra realidad procede del latín res que significa cosa, y res procede del verbo reri, que significa pensar, de tal forma que res seria "aquello acerca de lo cual se piensa". Lo que necesitamos finalmente es un acto de comprensión en el que veamos que el pensamiento y la cosa forman parte de un proceso que tiende a producir una acción que incorpora a ambos, pensamiento y lo que es pensado en un único movimiento.


jueves, 17 de enero de 2019

"LA MEDIDA INTERNA"

"Lo que está delante de nosotros y lo que está detrás poco importan comparado con lo que reside en nuestro interior". Oliver Wendell Holmes


En las fases "más primitivas" del desarrollo de la civilización los conceptos del ser humano eran inicialmente más de totalidad que de fragmentación. Por qué se tiende, entonces, en occidente a la futilidad de analizar el mundo en partes. 

Para los antiguos griegos el mantenerlo todo dentro de la correcta medida era decisivo para determinar el propio concepto del mundo. Pero, no se consideraba el concepto de medida en un sentido moderno. Se consideraba, más bien, como una forma de exteriorizar una "medida interna" más profunda que tenia un papel esencial en todas las cosas. Cuando algo iba más allá de su propia medida, quería decir que era interiormente inarmónico; que estaba destinado a perder su integridad y descomponerse en fragmentos. 

La palabra latina mederi que significa curar se basa en la raiz medir. La salud física,  era el resultado del estado de orden y medida interiores en todas las partes y procesos del cuerpo. La palabra moderación que describe una de las más importantes nociones de virtud, tiene la misma raíz. Se consideraba la moderación como el resultado de una medida interna subyacente a las acciones sociales, y al comportamiento de la persona. Del mismo modo, la palabra meditación seria una especie de medida del proceso de pensar que llevaría a las actividades internas de la mente a un estado de armoniosa medida.

El concepto de razón en el mundo antiguo se veía como la observación de una totalidad de ratio o proporción que se podía aplicar interiormente a la verdadera  naturaleza de las cosas. Cuando Newton percibió el concepto de gravitación universal, vio que igual que "cae la manzana, caen todas lad cosas". Lo que se da es la totalidad de las proporciones internas en su estructura y en el proceso en el que se forma, se mantiene y finalmente se disuelve. Comprender "la ratio" es comprender el "ser más íntimo de las cosas".

El contar con la medida fue clave para comprender la armonía de la música y, del mismo modo, en las artes visuales, se consideraba la medida adecuada como esencial para la armonía del conjunto y la belleza. Transcurrido el tiempo, esta noción de medida fue cambiando. El ser humano perdió su sutileza y se fue haciendo rígido. El aprendizaje se hizo mecánico y perdió la creatividad del sentimiento interior. De tal forma que, las ideas predominantes aparecen como verdades absolutas acerca de la realidad. 

martes, 15 de enero de 2019

"THEÁTRON"

"Las cosas no cambian; cambiamos nosotros". Henry David Thoreau

En griego teáthron (teatro) significa lugar para contemplar, y deriva de Theáomai, que significa mirar. Teoría procede del griego theoria, que tiene la misma raíz que teatro. Podemos decir, entonces, que una teoría es algo así como una manera de mirar el mundo. Según Kant, toda experiencia está organizada según las categorías de nuestro pensamiento; es decir, de nuestro modo de pensar sobre el espacio,  tiempo y materia.

Aunque nuestra forma de pensar ha cambiado mucho desde la "antigüedad", tienen ambas formas de pensar un rasgo común, las dos consideran que la teoría nos da un conocimiento verdadero de la realidad tal como es. No obstante, no somos conscientes de que esta forma de pensar confunde las formas y las apariencias inducidas en nuestras percepciones por la teoría. Esta confusión es decisiva porque nos lleva a acercarnos a la naturaleza, a la sociedad, y al individuo con formas de pensamiento determinadas que confirmarán la experiencia.

Ya que la experiencia y el conocimiento son un solo proceso; dos aspectos de una misma realidad, la realidad responderá de acuerdo a la teoría con la que se mire. Ahora bien, las teorías cambian, y si no somos conscientes de ello, nuestra visión se verá limitada. Es la ilusión de que el mundo está constituido por fragmentos separados lo que hará que se produzca la fragmentación. La fragmentación solo es la respuesta a la acción del hombre. Por eso es importante que la aproximación del hombre sea Total.

Hace más de 2000 años,  en la teoría atómica de Demócrito estaba implícito que el mundo, el ser humano, su cerebro, su sistema nervioso, su mente, etc., se podían considerar estructuras y funciones de agregados de átomos con  existencia separada. Sin embargo, en muchos aspectos, el átomo, parece que se comporta de una forma más parecida a una onda, que a una partícula. 

Desde el punto de vista de la teoría de Einstein, del hecho de que no sea posible señal alguna más rápida que la luz, se deduce, que el concepto de  lo que es un cuerpo rígido se viene abajo. En una teoría relativista hay que considerar el mundo como un fluir universal de acontecimientos y procesos. Requiere observar las partículas que constituyen la materia incluyendo a los seres humanos, sus cerebros, sus sistemas nerviosos y sus mentes; es decir, observar el mundo como un Todo continuo. 

En esta totalidad, la forma Atomista de mirarla es una simplificación y una abstracción solo válida para algún contexto limitado. El flujo, es previo a las cosas que vemos formarse y disolverse en el. Son como rizos, ondas y remolinos en una corriente que fluye. Toda la materia es de esta naturaleza. 

Nuestra manera fragmentaria de pensar, observar y obrar, tiene implicaciones en todos los aspectos de la vida. Dividiendo aquello que es único e indivisible, haremos idéntico aquello que es diferente. La fragmentación es una confusión de la diferencia y la mismidad. Estar confundidos acerca de lo que es diferente y lo que no lo es, es estar confundidos acerca del Todo. No es accidental que nuestra forma de pensar nos lleve a una "crisis social, política, económica, ecológica y psicológica permanente".