APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

viernes, 11 de diciembre de 2020

LA FALACIA

 "Fallacia alia aliam trudit ". Plubio Terencio  

(Una mentira arrastra a otra)

Jacob engaña a su padre Isaac
  
La mentira tiene varios usos en el lenguaje. Se busca engañar con las palabras o con los actos. Es una declaración que se sabe falsa esperando ocultar una realidad. Verdad y mentira se presentan como nociones antitéticas, como conceptos enfrentados y relacionados en términos dicotómicos estrictos.

Sin embargo, lo verdadero y lo falso pueden asentarse sobre entidades subjetivas. Puede obedecer a un estado intencional que se sabe tergiversador como afirma Derrida. El mentiroso suempre se podrá acoger a la falta de intencionalidad, eso si es descubierto. Por razones estructurales, será imposible determinar el engaño, aunque se determine la mentira. Demasiado fácil si el mentiroso es hábil.

Interesante sería hablar de las mentiras colectivas que hilan la trama de la historia; esas mentiras con las que construimos lo que acontece y que le da sentido a nuestro devenir. El niño se adentra en la madurez empezando a gestionar correctamente la mentira y el científico protege lo que se dice en el interior del paradigma de otras formas de decir, de concebir y de practicar la realidad.
   
Lo que ocurre no miente, son las personas las que mienten. La ineludible centralidad de la mentira se convierte en fundamento del orden mundial. Mas allá de consideraciones morales o éticas, la justificación de la mentira se impone como requisito de la existencia misma. 
  
La forma de decir que oculta otras formas de contar la realidad es el prolegómeno de una vida enfrentada con una mentira que habla. Existe una deformación que se impone sobre cierta visión de la realidad, cierta interpretación, pero necesitamos una categoría que transforme la realidad y que no sea simplemente mentira. 
 
Necesitamos alguna porción de verdad como base de nuestra vida. La civilización está plagada de mentiras y engaños, pero ante unha situación dolorosa de nada sirve la negación y el autoengaño porque tenemos la oportunidad de enfrentarnos al "duelo" y salir de el incorporando la experiencia dolorosa de nuestra historia personal.

martes, 24 de noviembre de 2020

EL ÁRBOL DE LA VIDA

 "La vida se me ha aparecido siempre como una planta que vive de su rizoma. Su vida propia no es perceptible, se esconde en el rizoma. Lo que es visible sobre la tierra dura solo un verano, luego se marchita, es un fenómeno efímero (...) lo que se ve es la flor, y ésta perece. El rizoma permanece. "  C.G.Jung 

El río de la vida nos lleva. Numerosas vidas atraviesan las augas estigias sin descubrir su propósito. Para Edward Bach la finalidad de la vida es la de aprender a transformar los defectos en virtudes para que la personalidad y el alma estén en perfecta armonía y, para Carl Jung, la finalidad de la vida consiste en transformar el yo, y expandir nuestra conciencia mediante la vivencia de los arquetipos como fuerzas evolutivas.

Seguro que nuestro breve paso por la vida debe ser un momento en el transcurso de nuestra evolución. Estamos aquí para obtener el máximo de sabiduría y de experiencia; para desarrollar virtudes y eliminar todo nuestro karma malo, avanzando de esa forma, hacia el perfeccionamiento de nuestras naturalezas. En ese camino, el alma nos guía y nos protege para llevarnos siempre a un estadio superior. Mientras que nuestra alma y nuestra personalidad estén en armonía tendremos paz y salud. Pero cuando nos desviemos del camino engañados por los deseos del ego y, la persuasión del poder, surgirá el conflicto interior que es la raíz del sufrimiento y de la enfermedad. 

El ego solo tiene acceso a una parte de la realidad, pero podemos ampliar su capacidad de conciencia y reconocer otras partes de nosotros y de la realidad que permanecen  en el crepúsculo del inconscente. El ego es una máscara que permite ajustarse activamente al entorno y a sus cambios, pero si únicamente nos identificamos con la máscara, estamos perdiendo la oportunidad de descubrir todas nuestras potencialidades internas. 

La presión ejercida por el medio impide que desarrollemos todo nuestro potencial. De esta forma se genera la sombra en nuestra interior, oscureciendo el alma, y esta influirá en nosotros fomentando el miedo y el abandono que está detrás de todos los sentimientos de culpa, deseos de castigo, reconciliación y expiación. Por ese motivo, la mayor dificultad está en las edades en las que el temor a las convenciones y el falso concepto del deber se desarrollan de forma arrolladora. Por muy sutiles que sean los medios utilizados, debemos desarrollar al máximo nuestra individualidad para aprender a transitar por la vida guiados por nuestra alma aferrándonos a la libertad. 

El temor atrae y, provoca el motivo de nuestros miedos. El secreto radica en no tener miedo de temer y, de sufrir, hasta que nos percatemos de que estamos en el camino. Existen situaciones en las que, el miedo, el dolor, la ansiedad, la envidia, o el rechazo, superan nuestro límite para aceptarlas y utilizamos mecanismos para justificarlas y/o distorsionarlos, llegando a negar que existen. Se crean así puntos ciegos, situaciones que repetimos sin aprender de ellas. Son resistencias que se niegan a emerger de nuestro interior y nos enferman. 

Las cualidades adversas que heredamos son las que debemos aprender a rechazar. Los errores y defectos de las situaciones adversas deben servirnos como indicaciones de lo que nos esforzamos en desarrollar las virtudes opuestas. El árbol de la vida nos muestra los distintos niveles: el cuerpo, las emociones, la mente, el alma, el espíritu y, nos instruye acerca de las relaciones entre ellos, formando un sistema que nos permita reconocer el camino y darle sentido a la existencia para integrar la experiencia y, la vivencia espiritual en este mundo. 

sábado, 21 de noviembre de 2020

LA LIBERTAD Y EL LEGUAJE

"Sentado aquí, en esta oscura celda, con ropas de convicto, yo, un hombre desacreditado y acabado, me siento culpable". Oscar Wilde

La esencia del lenguaje es el vacío esencial. La expresión literaria muestra cómo el lenguaje se eleva sobre ese vacío. La palabra edifica y sirve para construir mundos reales o imaginarios. Ser enteramente uno consigo mismo y atreverse a ser un individuo en la inmensidad de su esfuerzo y de su responsabilidad es una proeza loable. Es más fácil engañarse, escondido entre la gente para juzgar a quien se atreve con empresa tan laboriosa.

El mundo es configurado por el pensamiento y el lenguaje; pensar es figurar, y figurar es representar en el espacio lógico los hechos del mundo que le dan forma a la realidad. Por lo tanto, todo lo que no sea un hecho queda fuera del mundo. Cada época tiene sus propios modos de hacer y de decir las cosas, lo que implica también el modo de comprenderlas; sin embargo, una episteme que no muestra la totalidad del sujeto, de su espíritu y de su época, lo enajena.

La época actual, busca como sujeto ejemplar a un individuo servil, forzado a renunciar a si mismo para ver cumplidas sus necesidades básicas en beneficio de un sistema que lo incorpora como instrumento en la producción y, a la vez, elemento de consumo. La esencia del individuo se diluye en el juego social. El sistema globalizador ofrece a la persona un lenguaje nominal atendiendo a sus propios criterios de valoración para que la persona juegue a crear su mundo.  El sistema creado se concibe como bueno, por lo tanto, no existe la necesidad de ser uno mismo y, no hay por qué cuestionarlo.

En este proceso, el lenguaje deja de ser una herramienta de crecimiento personal y, se convierte en instrumento de alienación. Las personas quedan reducidas a variables al servicio del "sistema" que las ordena, las manipula y las organiza con su instrumental lingüístico. Quedan reducidas al lenguaje mudo de los objetos. 

Es, y debe ser lícita, la aspiración humana a independizarse del lenguaje impuesto, captar la verdadera esencia de las cosas y, tratar de entenderlas, más allá de su apariencia. Instaurar una nueva relación entre significante y significado, entre la palabra y lo que designa, superando la resignación y que, los medios de comunicación nos proporcionen los temas sobre los que pensar.

Es legítimo superar la autocomplacencia, y la culpabilidad. Trazar un límite al pensamiento, bien sea mediante la distracción y el juego o, mediante la ignorancia y la mediocridad, recortando la calidad de la educación, no puede obligar a callar, porque el proceso delimitador solo ofrece dos posibilidades, mostrar lo "decible" hablando o en silencio y, la ansiedad surge cuando hay que deslindar aquello de lo que se puede hablar de lo que no se puede, sobre todo, cuando lo que se calla obedece a esa parte del individuo que no se puede controlar, que está más allá de las formas y de los juegos del lenguaje. 

Es en el lenguaje, donde  las personas encuentran su verdadera expresión, ya que el lenguaje es capaz de expresar y de crear. Es posible explorar su capacidad intrínseca y despojarse de esa forma del lenguaje en la que el diálogo es siempre trágico. La trágica relación del ser humano con la naturaleza obedece a la utilidad que se hace del lenguaje nominal. Un lenguaje en el que las palabras no son creadas por la persona y, siempre adquieren, de antemano, la forma que se les proporciona. Es un lenguaje en el que los criterios para conocer y entender, no tienen nunca en cuenta la singularidad y la particularidad. 


 




    

sábado, 31 de octubre de 2020

EL MONO DESNUDO

"Los sabios están en lo cierto cuando juzgan que, en todas las épocas, los hombres se han hecho la ilusión de creer que ahora estamos mejor informados que en ninguna otra época". F. Nietzsche  

Escribió el poeta Jalil Gibrán: "A menudo escucho que os referís al hombre que comete un delito como si él no fuera  uno de vosotros, como un extraño y un intruso en vuestro mundo. Más yo os digo que de igual forma que el más santo no puede elevarse por encima de lo más sublime que existe en cada uno de vosotros, tampoco el malvado puede caer más bajo de lo más bajo que existe en cada uno de vosotros".

La idea de que la naturaleza humana es egoísta y violenta está tan arraigada en nuestra cultura que hace que los actos altruistas, fruto de la capacidad del ser humano para sacrificarse por los demás pase desapercibida. Pareciera que el amor y el sexo estuvieran inevitablemente ligados a la guerra y la violencia en este mundo bipolar que forma parte de nuestro devenir. 

La guerra entre los dioses antecede a la humanidad en todas las civilizaciones. En la mitología hindú, krsna viene a la tierra para luchar contra los demonios que asolan a la humanidad, en Egipto Osiris (hijo del dios Tierra y la diosa Ceos) muere despedazado por su hermano. Como Abel, en el antiguo testamento, muere a manos de su hermano. Y, en la mitología griega, Afrodita es hija de la conspiración y de la castración de Cronos. 

Desde que Gea (Tierra) seduce a Urano (Cielo) parece que exista un conflicto innato, incluso entre padres e hijos, manifiesto o encubierto. que mantiene la división y la polaridad en este mundo. Léanse las tragedias de Sófocles: Edipo Rey y Electra, que han servido como fuente de inspiración a Freud, para describir como complejo, el deseo de eliminar al padre. Sin embargo, es el amor. y no el odio lo que mantiene cohesionado todo lo que existe.

La vida consciente se nos muestra muy limitada en comparación con la del inconscente. Detrás de nuestros actos existen causas ignoradas por todos que escapan a nuestro conocimiento. Existen instrumentos de control social que crean opinión e introducen al individuo en una multitud que canaliza sus intereses y opiniones. Las personas despojadas de la conciencia de sus actos caen hipnotizadas en un estado de fascinación que les paraliza la vida cerebral y se convierten en esclavos de los intereses del hipnotizador. En ese estado, la personalidad consciente desaparece y la voluntad y el discernimiento quedan abolidos de tal forma que, los pensamientos y los sentimientos son orientados al placer, y la persona se convierte en un autómata. 

Pero, el individuo que renuncia a lo que le es personal y se deja sugestionar, lo hace por amor, por la necesidad de cohesionarse con los demás. Es una prueba de amor inconscente e incondicional de altruismo por la humanidad por lo que no se percata de que está siendo utilizado como un instrumento.

Quien observe a los miembros de la comunidad en la que vive, reconoce que la gran mayoría es pacífica, benevolente, solidaria y posee un amplio sentido de justicia. Es un hecho comprobado que los seres humanos nos ocupamos de aquellos que nos necesitan fomentando la reciprocidad y asegurando la supervivencia. Sin embargo, la clave no está en la milenaria herencia histórica ni en dejarnos subyugar por intereses alienantes.


EL FUTURO

"El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan; pero para quienes aman, el tiempo es eternidad." William Shakespeare

Decía R.K. Merton que la profecía que se realiza es al principio una definición "falsa" de la situación que despierta un nuevo comportamiento que hace que la originaria situación "falsa" se vuelva verdadera. De la misma forma, el "efecto Pigmalión" en psicología describe como la creencia que se tiene sobre una persona puede influir en su rendimiento. 

La profesora A. A. Schutzberger afirma que si se observa cuidadosamente el pasado de algunas personas enfermas de cancer, se puede ver que, en muchos casos, se trata de personas que hicieron en sus infancias ciertas prediciones sobre si mismas y sus familias, una especie de guión de vida inconscente relacionado con su vida y su muerte. Toda predicción es una toma de poder mediante la que preconfiguramos el destino estableciendo el curso de la realidad.

El pasado inconsciente actualiza nuestro pensamiento en el presente. Con esa actualización, el pensamiento, igual que el lenguaje, se convierten en "un embrujo en el que el kosmos se nos presenta con su luminosidad originaria". En esa situación, los fenómenos cobran vida fuera de la lógica convencional. El pasado y el futuro se unen en un presente en el que el espacio y el tiempo son meros razonamentos matemáticos. Huidobro decía: "Por qué cantáis la rosa, oh poetas! Hacedla florecer en el poema". 

El acto profético es una llamada a la realidad.  El comportamiento que pretendemos lógico es en realidad "loco" y cruel, por irracional y contradictorio. Hay que afrontar el imprevisto de la propia muerte. La vida debe servir para la denúncia de las apariencias. El acto profético permite utilizar las energías que duermen en nuestro inconsciente para construir una realidad sobre la deconstrucción de una vida que se desentiende de la dimensión inconsciente, onírica y mágica de la realidad. Por qué apoyarse en la realidad de la apariencia inmediata pudiendo experimentar la liberdad de la creación sin límites. 

Hay que dejar atrás a la persona que se esconde detrás de su personaje, abandonar el miedo y quitar la máscara para mostrar al ser humano "tal cual" y poder observar la verdadera imgen sincrética de la vida a través de lo efímero. Todos somos "actos presentes" en construcción de "actos futuros", si observamos atentamente nuestro presente podemos vaticinar nuestro futuro porque no existe tal, los "hechos" que hoy vivimos construyen nuestro mañana, y el mañána será presente cuando construya el nuevo día, pasado mañana  y el futuro.  

sábado, 17 de octubre de 2020

BUENA QUÍMICA, SALUD Y HONESTIDAD


"El  verdadero sentido de la vida es hacer visible el amor y la belleza". Anónimo

"El hombre sólo es rico en hipocresía. En sus diez mil disfraces para engañar confía ; y con la doble llave  que  guarda su mansión para la ajena hace ganzúa de ladrón". Antonio Machado 

Las emociones se expresan en el cuerpo a través de las hormonas, de los anticuerpos y de las encimasEn cada instante, estamos contribuyendo a configurar las situaciones que se producen en el mundo con nuestro pensamiento, nuestro sentimiento y nuestra emoción. Algunas veces, nuestras contribuciones son directas e intencionadas, mientras que otras son  indirectas e inconscientes. 

Nuestras experiencias y el conocimiento acumulado a través de ellas determinan nuestras elecciones y condicionan nuestros actos, y con ello, nuestro futuro. Vivir pendientes del ego crea en nuestro pensamiento un sistema de creencias que provoca reacciones químicas y, la ciencia ha demostrado que los pensamientos y sentimentos producen una química específica. A medida que nuestros pensamientos y nuestros sentimentos cambian, cambia la química de nuestro cuerpo. Poseemos una química del amor, una química de la belleza, una química del odio, una química del rencor, etc. 

La química del amor y de la belleza reafirman la vida y refuerzan el sistema inmunológico y las funciones que regulan el buen funcionamiento del cuerpo humano,  mientras que la química de la envidia y el odio, se manifestan como sentimientos de culpa, creando una respuesta inmunodeficiente que provoca alteraciones del estado de ánimo que, a la larga,  se traducen en trastornos psicológicos y enfermedades del corazón.

Cada pensamiento, sentimiento, respiración, nutriente, movimiento, etc., son unha forma de comunicación. La forma que toman los acontecimientos en nuestra vida tienen que ver con el modo en que los enfocamos. Para gozar de buena salud mental y tener una buena química, debemos tener la actitud y la predisposición a aceptar cualquier posibilidad sin prejuzgarla, conscientes de que podemos atraer o repeler cualquier situación. Todo ello implica necesariamente honestidad; es decir, que seamos decentes, decorosos, recatados, razonables, justos, probos, rectos, y honrados, pero, somos muchos los que negamos que seamos imperfectos y sometemos a condena a los otros

En psicología, un comportamiento hipócrita se relaciona con un error de atribución. Se trata de no reconocer en nosotros defectos que condenamos en los otros. Freud lo llama proyección psicológica. "Ay de vosotros, escrivas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis ni dejáis entrar" Mt 23:13. La proyección freudiana, con el afán, quizás, de adaptarse a las "circunstancias del ambiente", libera a la hipocresía de la pesada carga de la intención y, manifesta que es más un autoengaño que un engaño deliberado. Lo cierto es que la hipocresía es una de las "herramientas" del ego y,  es tan antigua como el mundo.

La palabra hipocresía procede del griego hypokrisis que significa actuar o fingir. También de la raíz hypo, máscara, y crytes, respuesta. Vendría siendo algo así como: "responder con máscara". Si tenemos en cuenta que "persona" viene  del etrusco phersona y del griego prósopon, y  significa "máscara" en referencia a la máscara que usaban los actores en el teatro, tenemos que, la hipocresía forma parte de la estructura del ego, y seria la máscara que se "pone" la persona para explicar sus acciones por las circunstancias del ambiente, y atribuirle a las acciones de los demás una característica innata.

Para Freud la hipocresía es un mecanismo de defensa. Desde la falacia del argumento ad hominen, muchos estudiosos arrimaron el hombro para buscarle una justificación a la socialización de la hipocresía y redimirla. Alegan que debe ser algo así como una "defensa esencial", e incluso dicen, que puede ser beneficiosa moralmente. En el Nuevo Testamento Jesucristo condena en numerosas ocasiones la hipocresía de los líderes políticos y religiosos. Describe a los hipócritas como aquellos que "dicen y no hacen".

Algunos teorizadores de los negocios defienden la utilidad de la hipocresía llegando a afirmar que los conflictos que surgen por la hipocresía son una parte necesaria y beneficiosa del ser humano y de la sociedad en su conjunto (se supone que es el criterio que siguen los lobbys financeros y la teoría política moderna). Krasner sugiere que en las relaciones internacionales, es la soberanía causada por la paz de Westfalia, la que reafirma el principio de cuios regio, eios religio; es decir, que la fe del líder se convierte en la denominación oficial del estado, iniciándose así,  la "hipocresía organizada".

Como diría Foucault existe una compleja disposición de las lineas de visión, el ocultamiento y la apariencia. Todos los períodos de la historia poseyeron "ciertas condiciones subyacentes de verdad" que constituyen lo que es aceptable y los sistemas de pensamiento  y de conocimiento (episteme o formaciones discursivas), y están regidos por reglas dominantes más allá de gramáticas y lógicas. 

viernes, 16 de octubre de 2020

EL EGO Y LAS INSTITUCIONES

"Cinco causas del sufrimiento, y de la infelicidad resultante: desconocer nuestra identidad auténtica, aferrarnos a la idea de permanencia en un mundo mutable por naturaleza, temer al cambio, identificarnos con esa alucinación de origen social llamada ego, temer a la muerte". Deepak Chopra 


¿Qué es lo que impide que el ser humano se reconcilie consigo mismo y con sus semejantes? Decía K. Marx que las desigualdades sociales generan la agresividad humana; sin embargo, Freud nos habla de la existencia del "malestar en la cultura"; para él, hay en el ser humano un instinto de muerte (Thánatos), y es la agresividad innata la que provoca las desigualdades. Hemos creado una fisura que genera la bipolaridad  que nace de nuestra cultura, y el ser humano puede y debe regenerar esa fisura. La regeneración pasa por retroceder críticamente al origen. 

Lo más profundo y enigmático del vivir es la conciencia de provisionalidad. Según W. Reich en toda frustración sexual hay un problema de libertad individual. En el fondo está latente la semilla contrasecular, la urgencia de volver a la energía original, más allá de la bipolaridad, al Tao, de tal forma que se supere el vértigo nihilista. La idea es que hay que liberarse de la renuncia, la culpa y la represión sexual.

Se dice que los hombres sabios son capaces de recuperar su propia locura sin perder el equilibrio. Recuperar la locura es acercarse al origen críticamente. Acercarse al origen significa liberarse de la sombra y del sentimiento de culpa generado por los esquemas dominantes que funcionan como un círculo vicioso, y que a la vez que fomentan la culpa, esconden la angustia que la culpabilidad genera cuyo resultado es la enfermedad mortal de Kierkegaard  o el hombre como animal enfermo del que nos habla Nietzsche. 

El existencialismo descubre el ser para-la-muerte como autenticidad, y con la ocultación de la muerte surge la ansiedad. Hay en ello cierto rastro del sentimiento de culpa del protestantismo. El existencialismo afirma que la ansiedad y la culpa son inseparables de la vida, puesto que ser es saber que el ser es relativo al no ser, y esa posibilidad está permanentemente presente. La consecuencia es una neurótica ocultación de la muerte responsable de la represión de la libertad. Es el instinto de muerte no reconciliado con el instinto de vida el que explica la lentitud de la liberación.

Procede superar el historicismo epistemológico. El Nirvana no está más allá, ni separado del nacimiento y la muerte, sino que la Tierra es la flor de loto. La eternidad y la liberación son el ahora. El problema es que el ego es un invento de las instituciones. Por lo que no podemos esperar ninguna cooperación liberadora. Freud presenta la represión como condición sine qua non del desarrollo de la civilización y las élites utilizan el "principio de realidad" como arma opresora. Como decía Wittgenstein, "la solución del problema de la vida está en la desaparición de este problema". 

Las raíces del ego dionisíaco se encuentran en William Blake, Jacobo Boheme, en el San Juan del Apocalipsis y en los místicos hinduistas. La muerte otorga individualidad a la vida. Si el ser humano es el único animal que reprime su muerte, se deduce que también es el único animal que reprime su vida. Las sociedad persuade al individuo de cual es su deber, creando la apariencia de que su mandato obedece a la voz de la concienciaEl vedanta, el yoga, el budismo, el taoísmo enseñan que la vida deja de parecer problemática cuando advertimos que el ego es una ficción social. El ego es una ficción de un supuesto carácter permanente, y la muerte termina con esa representación. 


jueves, 8 de octubre de 2020

ETHOS

 "Entonces Yahvéh-dios formó al hombre del polvo de la tierra (...) Plantó Yahvéh-dios un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre (...) Y Yahvéh-dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles gratos a la vista y de frutos sabrosos; y también el árbol de vida en medio del jardín, y el árbol de la ciencia del bien y del mal...

Y Yahvéh-dios dio al hombre este mandato: De todo el árbol de la vida podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas, pues el día en que de el comieres, morirás sin remedio". Génesis 

ABEL (EL DEVENIR COMO POSIBILIDAD) 

Aristóteles intenta definir en que consiste la buena vida, una vida buena que tenga por horizonte la realización humana plena, que permita decir que se ha valido la pena vivir la vida tal y como se ha vivido. El punto de partida de la ética de Aristóteles es la constatación de que "el bien es aquello hacia lo que tienden todas las cosas", y el bien último, en el caso de la vida humana, el bien que elegimos no como instrumento para conquistar otros bienes sino el bien que en si mismo es el más perfecto de todos, la eudaimonia (la felicidad).

Concebía el día a día de la vida como un camino coherente y, dependiendo de nuestras opciones cotidianas, nos alejaremos o acercaremos a la felicidad. Si Platón,  a través de la metáfora de "La Caverna", asimilaba la conquista del bien a la iluminación, Aristóteles nos ofrece la mano para ayudarnos a transitar un itinerario oscuro, lleno de ambigüedades y de dificultades, que nos obliga a tomar decisiones a diario sin más luz  que nuestra intuición. 

Aristóteles nos propone el hábito de escoger en un campo de relaciones entre vicios y virtudes. Consiste en elegir nuestros actos de tal forma que no pequemos en exceso ni en defecto. En el caso de la valentía, por ejemplo, su exceso seria la temeridad; su defecto la cobardía. Propone pensar desde nociones extremas: la ausencia total de valentía, por un lado, y el exceso total por el otro. Solamente las acciones conducen a la virtud. Consiste en un proceso en movimiento que se va haciendo con los propios actos. 

Para Aristóteles es posible realizar nuestro potencial  a través del acto. La virtud debe ser un movimiento, paso de potencia a acto, a largo plazo, una constante que permanezca y llegue a formar un carácter. La virtud es un hábito. Los hábitos se pueden enseñar y practicar, para ello es necesario que los actos sean de nuestra elección y partan de nuestra libre voluntad, pues los actos involuntarios están sometidos a la coacción o a la ignorancia. 

La elección es el deseo de lo que se encuentra en nuestro poder y requiere un momento previo de deliberación (boulesis). La secuencia voluntariedad-deliberación-elección dibuja un carácter virtuoso solo en la medida en que logra convertirse en costumbre. Una vida virtuosa conduce a la felicidad. 

CAÍN (EL ACONTECER HISTORICO: LA NEGACIÓN)

"Y cuando estuvieron en el campo, Caín se levantó contra Abel  y lo mató". Génesis 

"¡Ah! si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ¡ay! queda oculto a tus ojos"."Cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron..." Evangelio de Lucas 

Se dice en el Kybalión atribuido a Hermes Trimegisto: "Lo que es arriba es abajo...". Decía Aristóteles que en la semilla está el árbol en potencia. El ser humano solo puede desarrollar su potencial a través del acto. Es la posibilidad de ser haciéndose. Se elige ser a través de un acto de libre voluntad que se encuentra en nosotros. Para Aristóteles, un carácter virtuoso solo se logra con el hábito de actos virtuosos. 

Para Tomás de Aquino la esencia es pura potencialidad y la existencia es acto. Actualidad de la potencialidad del ser. Hace que la esencia (potencia) llegue de hecho (acto) a existir. Según Tomás, los actos de las personas son actos libres y proceden de la voluntad, y el objeto de la voluntad es el bien. ¿Cúal?. Algo que está por encima del hombre: Dios. Otro de los padres de la Iglesia, Agustín de Hipona, decía que el mal es la ausencia de bien. Para él, la ignorancia es un mal como la enfermedad es la ausencia de salud y la crueldad la ausencia de compasión. 

Los millones de víctimas de las guerras imperialistas a lo largo de la historia, bajo el imperio de los Hititas, Cesar, Alejandro, Napoleón o los Nazis; las víctimas del Holocausto, del Stalinismo, o de guerras alimentadas por el odio de unos contra otros como el genocidio en Indonesia de 1965, donde cerca de dos millones de personas fueron asesinadas por militares y milicias civiles, en la mayor parte vecinos, son algunos acontecimientos de nuestra historia. ¿Puede el hábito de la virtud alcanzar la felicidad sin apartar la mirada de la realidad? ¿Sin mirar para otro lado? ¿Somos más felices aceptando el mal (San Agustín de Hipona) a través de la ignorancia? La respuesta está en la Ethos; es decir, en la costumbre o el hábito. 






lunes, 28 de septiembre de 2020

PENSAMIENTO CRÍTICO: LA PERSONA PROTAGONISTA DE SU DESTINO

"¡Qué obra maestra es el hombre! ¡Qué noble de razón! ¡Qué infinito de facultades! ¡En forma y movimiento, qué pronto y admirable! ¡En acción, qué parecido a un ángel! ¡En entendimiento, qué parecido a un dios!". Hamlet (Shakespeare)

La grandeza de la persona, no reside en que ocupa un lugar privilegiado en el kosmos, ni en la excelencia de su naturaleza, ni siquiera en la capacidad inquisitiva de su razón, sino en su libertad; en la capacidad para hacerse a si misma, "en convertirse en escultor y modelador de si mismo".

La existencia de las personas se explica por el acto libre. Naturalmente, su grandeza arrastra consigo la responsabilidad del bien, porque el ser se identifica con el bien. El bien es comunicativo, tiende a expandirse, a darse a los demás. La libertad es una llamada a la plena realización; pero, es propio de la razón no aprender de forma inmediata la verdad, y teniendo en cuenta que el entendimiento humano tiene obstáculos y no se sirve con moderación y provecho de las ayudas que están al alcance de su mano, se sigue una abundante ignorancia de la Naturaleza y de esa ignorancia innumerables prejuicios, y por ello, es propio del hombre progresar despacio en su conocimiento. 

No hay ninguna esperanza de que los errores que prevalecieron en el pasado, si la mente es abandonada a si misma, se corrijan a sí mismos, porque  las nociones de las cosas que pasivamente y con deleite la mente extrae, guarda y acumula, están viciadas y han sido extraídas de forma confusa y temeraria. Solo, comenzando de nuevo, con medios más sólidos se puede construir a partir de los fundamentos apropiados, una restauración total de las ciencias, las artes, y todo el saber humano. Aunque parezca una tarea infinita y superior a la condición humana, su desarrollo mostraría que es una empresa más responsable y justa que lo que hasta la fecha se ha llevado a cabo. 

No es posible vencer a la Naturaleza, hay que entenderla y obedecerla. Es insensato pensar que es posible avanzar por procedimientos que no sean totalmente nuevos, porque, los doctos pueden corromperse  y elaborar una falsa elocuencia de la que se aproveche el poder, justificando la falta de libertad, de justicia, de igualdad, y de solidaridad, derivando necesariamente en una barbarie de la reflexión. Y, dotados de la reflexiva malicia que lleva al aturdimiento y a la estupidez, pierdan el rumbo de la verdadera razón y de la fe, como elementos clave para la vida. 

Dice Hobbes: "Viendo, pues, que a la recíproca agresividad natural del hombre se añade el derecho de todos los hombres a todas las cosas, se da que un hombre ataque con derecho a otro y que éste tenga derecho a resistir; con lo cual los hombres viven en un estado de desconfianza (...) con lo cual el estado de los hombres en esta libertad natural es el estado de guerra". No se ha llegado a consenso sobre lo que es ley natural. La mayoría de escritores que han tratado el tema se limitan a afirmar que es contrario a la ley natural lo que va contra el consenso de las naciones más cultas y civilizadas. Pero, en muchos casos, la historia de aquellas naciones que se tienen por tales, está plagada de guerras cainistas e imposiciones imperialistas, lo cual justifica al propio Hobbes cuando dice que la condición natural del hombre es la de una guerra de todos contra todos.

Si fuera tan fácil mandar sobre las almas como sobre las lenguas como dice Spinoza, "todo el mundo reinaría con seguridad y ningún Estado sería violento, puesto que todos vivirán según el parecer de los que mandan y solo según su decisión juzgarían que es verdadero o falso, bueno o malo, equitativo o Inocuo". Es imposible, sin embargo, que la propia alma esté totalmente sometida a otro, ya que nadie puede transferir a otro su derecho natural o su facultad de razonar libremente y de opinar, ni ser forzado a hacerlo. "De donde resulta que se tiene por violento aquel Estado que impera sobre las almas". Estas cosas son derechos de cada cual, al que nadie, aunque quiera, puede renunciar. 

El fin del Estado no es dominar a las personas, ni sujetarlas por el miedo y someterlas a otros, sino, por el contrario, librarlos del miedo, para que vivan con seguridad; es decir, para que conserven su derecho natural. Dice también Spinoza: "El fin del Estado (...), no es convertir a los hombres de seres racionales en bestias o autómatas, sino en lograr más bien que su alma y su cuerpo desempeñen sus funciones con seguridad,  y que ellos se sirvan de su razón libre y que no se combatan con odios, iras o engaños, ni se ataquen con perversas intenciones. El verdadero fin del Estado es, pues, la libertad".

viernes, 25 de septiembre de 2020

PENSAMIENTO CRÍTICO: EL FUTURO DE LA VIDA/PARO JUVENIL 39,6%...

"Qué va a ser de los pobres, si ayudan a los ricos a que sean cada vez más ricos, en detrimento de los pobres, que cada vez son más pobres...". Anónimo 

"Los individuos se encuentran ante una tarea..., posponer a la supremacía de las condiciones exteriores (...) sobre los individuos la supremacía del individuo sobre (...) las condiciones exteriores". K. Marx

El individuo está en el centro del ciclo eterno de la naturaleza infinita cuya finalidad es la realización de su totalidad humana. En esta vida terrenal, el error se convierte en el camino a la verdad, donde el bien y el mal son la síntesis de un campo extraído de una parte de la historia de la humanidad, que ha variado de país en país y de época en época y, con frecuencia, han estado en recíproca contradicción. 

El bien no es el mal, ni el mal el bien; si el uno y el otro se confunden, se acaba toda moralidad. Existe una moralidad cristiana y feudal, legada por generaciones pasadas. Tenemos, igualmente, una moral burguesa, y, en su contra, una moral sustraída al proletariado por falsos adalides que en nombre de la libertad han impuesto regímenes contrarios a la Naturaleza humana... ¿Cuál es la verdadera? Ninguna de ellas. 

¿Cuales son las normas que han de regular la "sociedad del futuro"? Aquellas que tienen en cuenta los valores que propugnaba la Ilustración: igualdad, libertad, solidaridad y justicia. Una sociedad en la que el individuo trabaja para sí mismo y, para desarrollo de lo colectivo, sin dejar a nadie atrás. De modo que el derecho a existir, a alimentarse, a vestirse, a tener una vivienda digna, y el acceso a los recursos que necesite para su desarrollo personal y social, no dependan de su ascendencia. 

En la época definida históricamente como "barbarie" o "salvaje", en los primeros tiempos de la Humanidad, el "alma" de los individuos era la comunidad. Mientras que, "con la aparición de la civilización", el alma, desde sus principios hasta hoy, ha sido la codicia, cuyo objetivo final es la riqueza de tal o cual..., pero no la sociedad. ¡He ahí la paradoja! En realidad, no se definen normas de acción concreta dirigidas al desarrollo de la colectividad, sino disposiciones para justificar la explotación de unos individuos por otros, aunando todos los esfuerzos para demostrar que "jamás hubo una moral establecida por los amos para los esclavos", que no era más que la determinación directa de las fuerzas económicas. 

La economía política, es la ciencia de la industria, pero con el ideal de la avaricia que intenta incluir al trabajador con el engaño de un supuesto "ahorro" que, en realidad, solo engorda las arcas de unos pocos, en detrimento de los muchos, glorificando "un arte servil". La economía política, aunque adopte el aire de buscar la satisfacción terrenal, es una ciencia de una determinada moral.  Una moral que exige la renuncia del "si mismo", renunciar a la vida y al desarrollo de la Totalidad del ser humano. Aunque podamos ir al teatro, al cine... Estamos cercenando nuestro pensamiento libre y el amor a la humanidad; podemos elaborar teorías, cantar, pintar, escribir, si con ello contribuimos a aumentar el tesoro cultural de esa moral. Una moral que parece decir: "cuanto menos seas y menos tengas, cuanto más tienes que aportar en esa vida que se te ofrece". El lema de la propaganda es: "Si no tienes es porque no te esfuerzas". Que se lo digan a los jóvenes, con un porcentaje de paro en  España del 39,6% ¿Cuál es su futuro?

Según esta moral, todo lo que la economía te sustrae de vida y de humanidad, debería concedértelo en dinero y riquezas; lo que tu no puedes ser, tu dinero lo puede. Tu dinero te facilita el acceso al arte, la erudición, el poder, satisface tu curiosidad a través de viajes..., pero, ¿y si no tienes acceso al dinero? Solo queda la esperanza de futuras pasiones devoradas por la sed de posesión. Aunque se nos conceda lo mínimo para que se desee vivir, no se desea vivir más que para poseer. El rico y el pobre están atrapados por el mismo espejismo. 





martes, 22 de septiembre de 2020

PENSAMIENTO CRÍTICO: TIEMPO HISTÓRICO VS PROGRESO

"La crítica es un asunto moral". Walter Benjamin

El tiempo no es un acto, un hecho, sino potencialidad. El individuo puede realizarse en su potencialidad y transformarse, transformando con ello el presente, sin acomodarse en un supuesto progreso que no es más que un fino velo que ciega la mirada. La vieja idea ilustrada de progreso es una falacia. El tiempo no es una flecha que avanza de lo malo a lo mejor a través del progreso, sino un instante en que todo cambia. Cada presente es una posibilidad que se convierte en realidad histórica.

El discurso de progreso está hueco, es un bonito envoltorio para un regalo vacío de contenido. Un lenguaje que designa las cosas con una horma establecida. El progreso no es el motor de la historia; el motor de la historia son los seres humanos. La historia es la historia de las comunidades, de las gentes. No hay progreso sin que progresen las personas.

El lenguaje tiene poder sobre las cosas. De ahí que quien calla y escucha es capaz de dar una nueva forma a las palabras y que estas adquieran sentido, con un lenguaje verdadero y honesto, en el que los pueblos se sientan incluidos, no solo representados.

Con la tan ansiada ilustración y su desarrollo del conocimiento, de la ciencia y de la tecnología, la razón se ha convertido en instrumento de dominación, preocupándose más por alcanzar los fines impuestos por el poder que de propiciar y dar sentido a los valores humanos que la propia ilustración había defendido: la igualdad, la libertad, la solidaridad y la justicia. Mientras haya un solo mendigo habrá injusticia y dominación.

La burocracia, el pragmatismo, la creciente instrumentalización de la vida, con la pérdida de sentido y de valores, y con la homogeneización del individuo lleva a plantearse como necesario un nuevo lenguaje, con un nuevo significado de progreso. Quizás volviendo la mirada a las promesas de la propia ilustración: la autonomía y emancipación de los individuos. Entonces si podremos celebrar el lema que Kant había escrito: "sapere aude", atrévete a saber.

 





domingo, 20 de septiembre de 2020

PENSAMIENTO CRÍTICO: "BAJO EL SIGNO DE CAÍN"

"Dijo la serpiente a la mujer: ...Dios sabe que el día que comáis de él se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal...". Génesis

La economía derermina a la política y esta determina, asimismo, a la economía. De esto puede derivarse que ambas, economía y política, determinan la cultura, y a su vez, la cultura determina el sistema de relaciones políticas y económicas.

Adam Smith en "El origen de la riqueza", dice que hay un sujeto que trabaja y produce x, y otro sujeto produce y, intercambian sus productos, para lo que estabecen un contrato, y ello da lugar a una sociedad, todo ello, en un estado de naturaleza.

Adam Smith supone que el hombre en la naturaleza, está solo. Se olvida de que el hombre es un ser social, "zoom politikon", diría Aristóteles. Adam Smith, determinado por la cultura y, por consiguiente, por la política, establece un concepto de hombre determinado por un sistema político que, a su vez está determinado por una determinada cultura.

Para Hegel, la esencia del hombre está oculta, y lo que se ve es el fenómeno. El ser humano, en ese sistema, produce más de lo que necesita para vivir, es lo que se llama "el excedente". Pero, ¿como aparece el fenómeno del excedente? Es fruto de la dominación. Y ¿como aparece la dominación? A través de la cultura.

Hobbes describió el estado de naturaleza como: "bellum omnius contra omnes", la guerra de todos contra todos. Dijo Caín a Abel, su hermano: Vamos al campo. Y cuando estuvieron en el campo, Caín se levantó contra él, su hermano, y lo mató". A través de la historia de caín, el hombre se reconoce en una determinada cultura de la dominación. Caín muestra el camino de la dominación: someter al otro con el poder de las armas. El bien sucumbe ante el mal, y este determina la cultura. "Andaré fugitivo y errante por la tierra, por lo que cualquiera que me encuentre me matará. Le respondió Yahvéh: No será asi, pues si alguno mata a Caín, Caín será vengado siete veces. Yahveh puso sobre caín una señal, para que no lo matara quienquiera que lo hallase".

Hegel, en la dialéctica del amo y el esclavo, en el capítulo IV de la Fenomenología del espíritu, titulado: Autonomía y dependencia de la autoconciencia: dominio y servidumbre, establece la lucha entre dos seres autoconscientes  y uno acaba dominando al otro. El hombre ejerce la dominación por la fuerza, la establece a través de la cultura y la justifica a través del símbolo.

Los simbolos tienen por función transmitir sugnificados complejos o abstractos, cuya densidad resulta difícil resumir en el lenguaje cotidiano: sentimientos, valores religiosos, valores sociales, ideología, etc. No explican los conceptos, pero permiten que sean comunicables y comprensibles ya que no operan al nivel lógico, sino insconsciente y subconsciente. Permiten mediar entre lo visible y lo invisible, lo concreto y lo abstracto. Además poseen una fuerza unificadora, es decir, logran sintetizar en un solo elemento diversos niveles de significación. Debido a que facilitan los procesos de comprensión de la realidad, los simbolos tienen gran importancia en la educación. A través de los símbolos, el individuo se reconoce perteneciente a una cultura de la dominación. 

El capitalismo establece un sistema del manejo del excedente. El excedente, fundamento de la injusticia, es como la sustancia para Hegel, invisible. El individuo dominado no es consciente de que colabora en el proceso de su propia dominación. En el relato de Job, este se queja de que sufra sin haber cometido ningún pecado. Sufre por el pecado de otros. El desposeído, sufre sin saber por qué, en una cultura que lo ha marginado. Decía Walter Benjamin: "Es necesario recuperar la historia de los vencidos para redimir su sufrimiento y transformar el presente".






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lunes, 20 de julio de 2020

EL SECRETO DEL AGUA (II)

"Para el que cree no es necesaria ninguna explicación; para el que no cree, toda explicación sobra". Franz Werfel 

...Pero, el agua no es solo fluido cambiante y purificador, amniótico, y nutritivo, también puede ser amenazador...


Los primeros filósofos griegos entendían la naturaleza como una sustancia permanente y primordial que se mantenía a través de los cambios de los seres naturales. Por Naturaleza, Spinoza entiende, un ser infinito, que consta de infinitos atributos, y cada uno de ellos expresa una esencia eterna e infinita, y Platón nos presenta la idea del Bien como la causa de la realidad, perfección y verdad. 

Los seres humanos nacemos con un temperamento que es la medida con la que la naturaleza nos dota para desarrollar nuestra personalidad. De el proceden nuestras características intrinsecas y, como todo lo natural, lleva en si la semilla de lo bueno. En la naturaleza se produce el movimiento, la realización del acto donde se define y desarrolla nuestra personalidad. El ser humano "se incuba sobre la superficie de las aguas", emerge a la materia con un temperamento que no es el yo. Busca conocerse, ser "si mismo"; busca su individuación. La individuación es la peculiaridad interna, última e incomparable de la persona que se conoce a si misma, entiende el mundo en el que vive, es libre, y fluye con la vida al desarrollar su temperamento. 

El agua fluye como una fuente permanente haciendo brotar la vida. Ante la belleza, el bien, la justicia, la bondad..., sus moléculas se ligan para formar hermosos núcleos de cristal hexagonales. El agua que bebemos se convierte en parte de nosotros, fluye con nosotros y es sensible a la información y al entorno. Somos parte de la Naturaleza y somos un 70% agua, por lo que reaccionamos de la misma forma que ambas.

La Naturaleza y el agua reaccionan al tratamiento que reciben, y almacenan la información. Son especialmente sensibles a la palabra, la emoción, y el sentimiento. Decía el maestro Eckhart: "El ojo con el que veo a Dios y el ojo con el que Dios me ve, son uno y el mismo". El agua reacciona de diferente forma al bien, la justicia y la belleza, que al mal. Somos Naturaleza y somos agua, y nuestro temperamento reacciona de igual forma al entorno. 

El líquido amniótico en el que flotamos nueve meses, simboliza el agua kósmica anterior al ego y reflejo de la vida personal. El agua hace brotar la vida, pero también desintegra y destruye cuando no se "atiende" su vibración natural. El agua es el "órgano sensorial de la naturaleza". Crea y modela la naturaleza. De agua se alimentan y están hechos los seres vivos. Del agua nacemos, pero también morimos. Su eterno fluir y eterna mudanza envuelven el mundo en su ciclo vital.

El símbolo de inmersión en las aguas significa muerte. Según Platón, La isla Atlántida fue una gran potencia militar. Su poderío llegó a dominar el oeste de Europa y el norte de África, que era como decir el Mundo por aquel entonces, nueve mil años antes de Solón. Su destino: pereció sumergida bajo las aguas. Existen numerosos relatos sobre la gran inundación que supuso El Diluvio. Además del narrado en la biblia judeo-cristiana, y que tiene origen en el génesis mesopotámico narrado en la epopeya de Gilgamesh existen referencias  a catástrofes  similares  en  las escrituras  védicas de  la  India, y en documentos aztecas  y  mayas. También  es frecuente  simbolizar  las    crecidas e inundaciones  en  serpientes  o  dragones entre pueblos  amerindios  y  en  la  cultura celta.

En la obra de Bacon: "La Nueva Atlántida" se reactualiza el mito diluviano. Según su autor, lo antinatural origina la catástrofe. Bacon insiste en la peligrosa idea del dominio de la Naturaleza. La escritora india Vandana Shiva que defiende los derechos del medio ambiente, dice que el tsunami que arrasó las costas de Asia en el 2004, fue un aviso sobre el erróneo modelo de desarrollo en las regiones costeras de la globalización dirigido por el mercado. La Naturaleza nos avisa sobre el cambio climático y las políticas equivocadas que solo persiguen el lucro.

El enriquecimiento del ego de unos pocos, hace que el agua pierda su pureza debido a la contaminación de los entornos naturales que degradan la calidad del agua sometiéndola a un entorno dañino. Somos 70% agua y si el agua generadora de vida está contaminada, convertirá a los individuos en seres tóxicos que reaccionarán a un medio malvado generando maldad: las guerras, el genocidio, la explotación de unos seres por otros son ejemplos que se repiten una y otra vez a lo largo de la historia como para que pasen desapercibidos...



viernes, 17 de julio de 2020

EL SECRETO DEL AGUA (I)

"El agua es la fuerza mortiz de la naturaleza". Leonardo Da Vinci

"...el río está a la vez en todas partes, en su origen y en la desembocadura, en la cascada, alrededor de la barca, en los rápidos, en el mar, en la montaña, en todas partes simultáneamente, y que para él no existe más que el presente, sin la menor sombra de pasado o Futuro". Siddartha. Hermann Hesse


El agua es un elemento esencial de la vida. Para el pensamiento presocrático era uno de los elementos constitutivos de la realidad. En las culturas orientales es la materia prima. Dicen los textos hindús "el huevo del mundo se incuba sobre la superficie de las aguas", lo que coincide con Tales de Mileto, que decía que, el agua es el sustento de todas las cosas. El feto humano se baña en la placenta y el cuerpo humano está constituido por un  70% de agua. 

La  fuerza curativa del agua es conocida desde que el ser humano tiene memoria, y se ha utilizado tanto en aplicación externa como interna. El agua tiene memoria,  y cuando el agua se congela, las moléculas se ligan para formar núcleos de cristal que se estabilizan únicamente cuando alcanzan la estructura de un hexágono. Sin embargo, si comunicamos al agua información no natural, puede no formar cristales armónicos hexagonales. El agua reacciona al tratamiento que recibe y almacena esa información. El agua que bebemos, y que se convierte en parte de nuestro cuerpo es portadora de información. Es sensible a cualquier tipo de información, pero reacciona a los sentimientos y a las emociones; reacciona de diferente forma a la belleza, a la música, a la bondad, que al ruido y a la maldad, como ha demostrado Masaru Emoto. La vida es vibración, y el agua es capaz de reaccionar a las vibraciones de la vida.
En un principio fue el Logos. El Logos se convierte en palabra, esta se convierte en discurso, y el discurso establece las relaciones humanas. El agua es capaz de leer ese discurso y reaccionar a él. La palabra tiene un componente de emoción y sentimiento a los que reacciona el agua.

El agua es uno de los símbolos de la espiritualidad. Cuando se nos va el agua, no solo morimos de sed físicamente, la falta de agua es símbolo de que la vida espiritual no tiene importancia, con lo que el agua se retrae y deja de reaccionar al amor, lo bello, lo justo... Es el "órgano sensorial de la naturaleza". Crea y modela la naturaleza. De agua se alimentan y están hechos los seres vivos. Del agua nacemos, pero también morimos. Su eterno fluir y eterna mudanza envuelven el mundo en su ciclo vital.

La aguas generan una situación de tránsito del caos al Kosmos y su destino es el de preceder a la creación. Kosmos significa orden y belleza. En la cosmogénesis judeo-cristiana, se dice que el espíritu de Dios se cernía sobre las aguas. En hebreo la palabra espíritu es el femenino de ruaj y conserva una reminiscencia de su función maternal de gestar la vida, y hace alusión al modo en que las aves acuáticas vuelan en círculo sobre el líquido elemento. El cuerpo físico del hombre fue creado de la unión de la tierra y el agua: el barro. En muchas culturas las ninfas acuáticas y diosas femeninas conectadas con la Madre naturaleza eran representadas por el agua que brotaba de fuentes y manantiales: el aqua permanens.

Las culturas babilónica y asiria representaban a la diosa creadora como la dueña de los fluidos fecundadores. En la cosmogonía inca, el agua era el elemento más importante. La parte inferior del universo es un mar cósmico que rodea la tierra y fluye hacia la superficie en forma de manantiales, lagos y ríos. Todos los antepasados de los pueblos se crearon a través de ríos subterráneos que se consideraban las venas de la Madre Tierra "Mama Pacha", emergiendo de lagos, ríos o cuevas.

El líquido amniótico en el que flotamos nueve meses, simboliza el agua kósmica  o mística, océano anterior al ego y reflejo de la vida personal. Las aguas desintegran y destruyen, pero también limpian y purifican. El símbolo de inmersión en las aguas significa muerte, y el de emersión Vida y renacimiento. Las utopías están ubicadas en islas que prefiguran el renacer de un nuevo individuo. Jesús dijo: "Quien bebiere del agua que yo le daré jamás volverá a tener sed (...) El agua que yo le daré será un manantial que manará hasta la vida eterna. Los Aztecas consideraban divina al agua y llevaban a los recién nacidos a los riachuelos para protegerlos y consagrarlos a la divinidad.

Pero, el agua no es solo fluido cambiante y purificador, amniótico, y nutritivo, también puede ser amenazador...











martes, 14 de julio de 2020

TEMPERAMENTO Y FELICIDAD (II)

"El que mira hacia afuera sueña, el que mira hacia adentro,  despierta". C.G.Jung


La idea no es el mero acto de pensar, no es un conocimiento que se adquiere con el esfuerzo de la reflexión. Las ideas son preexistentes, algo que viene con nosotros, y la idea de la que brotan todas las ideas es la idea de Bien. También nacemos con un temperamento que es la medida con la que la naturaleza nos dota para desarrollar nuestra personalidad. De el proceden nuestras características intrinsecas y, como todo lo natural, lleva en si la semilla de lo bueno.
En la naturaleza se produce el movimiento, la realización del acto donde una potencialidad de ser se realiza y define. El temperamento es esa posibilidad y su desarrollo es la finalidad del ser. Ser uno mismo no es el devenir del ego, sino el desarrollo del temperamento que emerge a la materia como un sistema distintivo: la naturaleza de la personaludad de un individuo, señalando el camino para su pleno desarrollo en la individuación. La individualidad es la peculiaridad interna, última e incomparable de la persona que se conoce a si misma y se siente realizada.
La mayor limitación del individuo es ser persona. Ser consciente de esa limitación abre la conciencia de lo infinito.
Decía Paul Valéry: "la interrupción, la incoherencia, la sorpresa, son las condiciones habituales de nuestra vida (...) se han convertido incluso en necesidades reales para muchas personas, cuyas mentes solo se alimentan de cambios súbitos y de estímulos permanentemente renovados (...) ya no toleramos nada que dure. Ya no sabemos como hacer para lograr que el aburrimiento dé fruto. Entonces, todo el tema se reduce a esta pregunta: ¿la mente humana puede dominar lo que la mente humana ha creado?".
En el templo de Apolo en Delfos, estaba escrito "conócete a ti mismo". El aforismo se le atribuía a varios sabios griegos, entre los que estaba Heráclito, Tales, Pitágoras, Sócrates, etc. El conocimiento de uno mismo o autoconcepto, obliga a dirigir la mirada al interior. Una mirada limpia y vacía de prejuicios que nos lleve hasta nuestro temperamento natural y darle un sentido a nuestra vida siendo lo que por naturaleza somos; es decir, ser lo que verdaderamente somos. No hay atajos a la felicidad, y el único camino es desarrollar nuestro temperamento.
Cuando el individuo se conoce a si mismo, sabe lo que quiere, siente autoestima, y como decía Spinoza,:"cuando me amo a mi mismo, o cuando amo a Dios (naturaleza), ese amor es Dios (naturaleza) amándose a si mismo". Al amarse a si mismo, el individuo se siente libre para decidir y elegir, y decide seguir su temperamento natural. Distingue el amor que aumenta nuestra potencia natural de armonía y coherencia, decide lo que quiere, y elige ser feliz y alegre, ya que el pensamiento de la alegría es la vida. 
Somos apetito y deseo, que es nuestra tendencia a mantenernos en la existencia. Consumir es una condición permanente e inamovible de la vida. En realidad, puede ser reducido a su forma arquetípica en tanto ciclo metabólico permanente de la vida. Desde este punto de vista, se trata de una función imprescindible para la supervivencia. Pero el individuo que se conoce a si mismo, entiende el mundo en el que vive y toma decisiones libres. No se deja arrastrar por la confusión y la desinformación. 
En la actualidad el mercado ha convertido el deseo en producto de marketing, convirtiendo el consumo en la única forma de vivir. Se educa para consumir y, aunque dijera Max Webber: "el afán de lucro" y la "tendencia a enriquecerse" nada tienen que ver con el capitalismo, que "son tendencias que se encuentran por igual en camareros, médicos, cocheros, artistas, funcionarios, jugadores, mendigos, soldados, ladrones...", que en "all sorts and conditións of men", "en todas  las épocas y en todos los lugares de la tierra, en toda circunstancia que ofrezca una posibilidad objetiva de lograr una finalidad de lucro", lo cierto es que existe un discurso que utiliza a la razón y a la  ciencia como instrumentos para someter al ser humano a las necesidades de una sociedad líquida en la que impera el culto sin tregua ni misericordia del consumo. 
El culto al consumismo se constituye en un universo que destruye toda posibilidad de ser y desarrollar nuestro temperamento natural, o lo que es lo mismo, nuestra felicidad. Es el galgo que corre tras el conejo, y este tras la zanahoria. Destruye el acto consciente en si mismo, y como el perro y el conejo, perseguimos el producto en el que han convertido nuestra felicidad, y con ello, toda esperanza de individuación. 
El discurso del capitalismo lo engulle todo a una lógica de lo sagrado, clausurando toda salida del camino del consumo.El consumismo se aferra a un positivismo lógico que rebaja a la filosofía cómo mera disciplina auxiliar de la ciencia; a una ciencia subordinada al capital, despreciando su dimensión crítica y emancipadora. Mediante el dogmatismo científico, pretende encerrar la totalidad del mundo absolutizando las conclusiones, y creando una idea determinista de la realidad apoyándose en un neokantismo que parece reducir la realidad a las estructuras lógicas del conocimiento humano, ofreciendo una imagen fija, renunciando a toda posibilidad de transformación y cambio. 
El consumismo contribuye a la mercantilización de la cultura. Cosifica la conciencia, y convierte al objeto en una suerte de notario de la realidad. El objeto y el sujeto forman parte de la misma matriz de relaciones, pero, en un marco social y cultural donde se hacen evidentes expectativas, intereses y deseos. El control del consumo funciona como una articulación de asimilación, presión y seducción, donde el papel de la comunicación sigue siendo ineludible.
Marcuse adelantaba, en cierta medida, el inicio de esta idea: "El individuo unidimensional se caracteriza por su delirio persecutivo, su paranoia interiorizada por medio de los sistemas de comunicación masivos. Es discutible hasta la misma noción de alienación porque este hombre unidimensional carece de una dimensión capaz de exigir y de gozar cualquier progreso de su espíritu. Para él, la autonomía y la espontaneidad no tienen sentido en su mundo prefabricado de prejuicios y de opiniones preconcebidas".


martes, 30 de junio de 2020

DESEO, CONSUMO, Y PLACER" (I)

"El fin del estado no es convertir a los humanos en bestias autómatas, sino en lograr más bien que su alma y su cuerpo desempeñen sus funciones con seguridad y que ellos se sirvan de su razón libre y que no se combatan con odios, iras o engaños, ni se ataquen con perversas intenciones. El verdadero fin del Estado es, pues, la libertad". Baruch Spinoza

Platón perseguía una educación popular sistemática, cuya falta había sido notada por Sócrates, ya que los sofistas educaban a la juventud para la vida práctica. Es el filósofo el que señala la dirección del deseo.
Afirma Schopenhauer en "El mundo como voluntad y representación": "El mundo es mi representación (...) El dogma fundamental de la escuela Vedanta no consiste en negar la existencia de la materia (...), sino en afirmar que la materia no existe independientemente de la percepción...
Ya lo había anticipado Berkeley: "Ser, es ser percibido (...) Lo material existe en la medida que es percibido (...) El sujeto es el perceptor de su realidad (...) Todo lo que existe está en la mente.
Actualmente, la física cuántica afirma que solo por el hecho de observar la realidad influimos en ella. Las tendencias se expresan como posibilidades de interconexiones cuánticas (efecto Abraham-Bohm) en las que dos partículas creadas simultáneamente coexisten interconectadas o superpuestas.
También dice Schopenhauer: "... la voluntad es la cosa en si,  el contenido interior, la esencia del mundo, y el mundo visible, el fenómeno, no es más que un espejo de la voluntad, la vida acompañará a la voluntad como la sombra a los cuerpos...". En la idea de Voluntad en Schopenhauer el ser humano se encuentra al servicio de la vida, no al servicio de su vida.
Freud se inspiró, y calcó la teoría de Schopenhauer, de hecho tuvo que desmentirlo, aunque este, también derivara la suya de su admirado Spinoza, por algo decía Hegel: "Todos tenemos dos filosofías, la de Spinoza, y la nuestra".
Freud explicó el funcionamiento psíquico postulando la existencia de un aparato psíquico que está dividido en tres estancias: el ello, el yo, y el superyó, en el que el ello es la expresión psíquica de las pulsiones y deseos. Ofrece la posibilidad al individuo de ser legislador de su propio deseo, de tal forma que sea la huella constitutiva que le da sentido a su vida. En Freud el deseo surge como la realización alucinatoria de la meta perseguida. Está ligado a la satisfacción primera que desea volver a vivir.
Para Lacan, sin embargo, el deseo no tiene su origen en la satisfacción originaria de placer, sino en su falta. La falta y el fantasma a ella ligado es la que enviste el deseo.
Spinoza, nos habla de un orden geométrico del Universo (Dios), espíritu y cuerpo, infinito y eterno, en el que la extensión (forma) y el pensamiento, solo son dos de los atributos de la misma sustancia (Universo, Naturaleza, o Dios). Todo lo que existe, son modulaciones de esa sustancia. Nada real hay fuera de ella. Todas las cosas, incluidos los seres humanos, se relacionan entre si y tienen un conatus que es el potencial de lo que verdaderamente somos, por lo cual nos resistimos a nuestra destrucción. El esfuerzo por perseverar, por mantenerse en la existencia, está siempre en conformidad con los afectos que expresan su grado de potencia, y además, lo determinan.
Hay tres afectos fundamentales: El deseo, la alegría, que da el amor, y la tristeza, que aporta el odio. El amor aumenta nuestra potencia y une, y el odio nos debilita y separa. Las pasiones no son "pecados o vicios". Forman parte de la naturaleza humana. Solo a través de su experiencia se llega al conocimiento de la naturaleza humana. El bien y el mal han sido instituídos por las personas para posibilitar la superstición y la dominación. Los malos y viciosos, existen porque no entienden el mundo en el que viven.
Hegel asegura que el deseo vincula a la persona en el plano de la vida con la realidad. Lo esencial del deseo es "lo otro"; pero, al final "lo otro", se revela evanescente. A través de la satisfacción el ser humano se busca a si mismo, pero, con la experiencia de la insatisfación comprueba su fracaso, el deseo es inagotable y la experiencia de la insatisfación se renueva una y otra vez. El hombre llega a "desear el deseo del otro y apoderarse de el".
Las leyes del aprendizaje y la psicología evolutiva nos muestran la sorprendente relación entre el inadecuado desarrollo de un niño/a provocado por una educación deficiente y el deseo. La impulsividad, la gratificación directa, la frustración-agresion, y la falta de motivo de logro, son alguno de los rasgos que genera en un niño/a una mala socialización. Cualquier conducta que conlleva una consecuencia determinada y es susceptible de cambiar en función de ésta es una respuesta instrumental u operante. "Opera" sobre el medio como instrumento para obtener algo. En el condicionamento clásico o respondiente es el medio el que provoca la respuesta.
Lo anterior está relacionado con la forma en que nos proveemos del placer. El deseo siempre está ahí, somos "el ser ahí" qué diría Heidegger, vinculado al objeto, y "tira de nosotros hacia afuera. En un primer momento, procede de lo instintivo, de la animalidad del ser y la satisfacción de las necesidades básicas y presiona en diferentes direcciones buscando su satisfacción, para pasar a dominarlo totalmente, e incluso trastornarlo en muchas ocasiones. Erradicarlos o reprimirlos resulta inútil. Solo servirá para acrecentarlo o enmascararlo. Atrapando a la mente en una espiral sin salida. Decía sabiamente Jung: "lo que resistes, persiste; lo que aceptas te transforma". El deseo es susceptible al condicionamiento social, que puede potenciarlo e inflamarlo a través de la propaganda.
En el fondo del conflicto de la dualidad inherente a la propia estructura del deseo están el placer y el dolor. El deseo en si mismo, no produce integración y desarrollo, tampoco desintegración e involución. Existe siempre la posibilidad de ir más allá de las perturbaciones creadas por el deseo. El deseo forma parte del ser y el no ser, es consustancial al ser humano. El ser realizado y el no ser realizado, dependen del pensamiento y la acción. El deseo es el resultado de una mente en proyecto que busca su realización. Al igual que un niño/a busca realizar su proyecto vital a través de su temperamento potencial. Un niño o una niña puede ver frustrado su proyecto por una mala decisión y, como consecuencia, de una mala socialización. La mente se perturba cuando no puede canalizar la energía vinculada al deseo. Se vuelve mecánica en la búsqueda incesante de satisfacción, y puede provocar crisis internas de gran emoción en las que la mente depende del deseo instintivo y la satisfacción exterior. Pero, la vida es acción, somos lo que comemos, lo que pensamos, y sobre todo,  lo que hacemos. En todo momento pensamos y tomamos decisiones eligiendo lo que consideramos que es mejor para nosotros, y de esas elecciones (decisiones) dependerá nuestro futuro inmediato y lejano. En nuestro interior somos seres potencialmente libres y, en nuestra mano está el tomar las decisiones adecuadas, seguir un camino u otro, tener esta o aquella relación, hacer esto o lo otro. De ello, no solo dependerá lo que somos y seremos, sino nuestra felicidad. Debemos actuar sin miedo, pero teniendo siempre presente, que el error es el padre del éxito, el error nos ayuda a acertar y a crecer corrigiéndolo.

Alfonso Iglesias Zamar 
Compostela, 30.06.2020

martes, 7 de enero de 2020

"EL MIEDO"

"Los más desposeídos, los más carenciados, son quizás quienes han perdido la lucha simbólica por ser reconocidos, por ser aceptados como parte de una entidad social reconocible, en una palabra, como parte de la humanidad". PIERRE BOURDIEU 


Industria es la finalidad de transformar materias primas en productos elaborados. Alguien, en alguna ocasión, definió a la cultura como "una revolución permanente". Pero una revolución que suponga un cambio hacia el desarrollo social y el crecimiento personal de los ciudadanos, necesita que la educación sea alimentada no sólo con conocimientos, sino hacia el entendimiento de esos conocimientos, y para ello hace falta educar el pensamiento crítico. 

No solo de pan vive el hombre y, hace mucho tiempo que el poder sabe que no solo somos lo que comemos, sino también lo que pensamos. El poder siempre ha estado interesado en ejercer influencia sobre el pensamiento y con la llegada de la psicología, ha invertido grandes esfuerzos en investigación para conocer y entender el pensamiento humano con enormes resultados. La tarea consiste en buscar el elemento capaz de alterar la disposición innata del individuo, generando una determinada forma de pensar, ese elemento es el miedo y el instrumento la educación. El aprendizaje del miedo en humanos es posible mediante el aprendizaje vicario, esto es, mediante la observación de otro e incluso mediante la instrucción verbal, a través de la educación. 

Es bien conocido el famoso experimento de Paulov que explica, de una forma básica, como se puede condicionar una conducta o un estímulo inicialmente neutro. Watson y Reiner en 1920 realizaron un experimento que serviría como modelo para explicar la emoción humana como resultado del condicionamento clásico. El experimento es conocido como el "pequeño Albert". Abert, de 11 meses, jugaba con una rata blanca sin experimentar conducta de temor alguna hacia el animal. Pues bien, cuando el pequeño Albert se acercaba para acariciar a la rata blanca, Watson y col. hizo sonar un ruido fuerte que asustó al niño, uniendo así el estímulo incondicionado (el ruido fuerte) al neutro (la rata), consiguiendo condicionar el temor al ruido con la rata. De esta forma, el pequeño Albert había aprendido a temer a las ratas blancas que se extendió de forma autónoma a objetos o animales de piel blanca, produciendo siempre la respuesta condicionada de miedo o aversión. El sonido que asustó a Albert se explica por el reflejo de orientación que es la respuesta de un organismo a un cambio en su entorno cuando el cambio es tan repentino como para producir sobresalto; es decir, la activación del sistema nervioso autónomo o, lo que es lo mismo, miedo. Es una respuesta adaptativa.  

¿Cómo es posible que existan Estados que denieguen derechos políticos, económicos y sociales a una parte sustancial de ciudadanos, sin que, al mismo tiempo se socaven los principios democráticos? ¿Cómo es posible que muchos de nosotros, justifiquemos los flagrantes casos de corrupción y abuso de poder, permanezcamos impasibles ante las injusticias, y nos comportemos como si la adquisición de una vida decente fuera algo que se inició con la compra de nuestro primer coche?. Seguramente el miedo y la educación tienen mucho que ver en ello y la ciencia política lo sabe porque nosotros somos el sujeto y el objeto de la investigación.