APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

domingo, 29 de agosto de 2021

"HIPERIÓN" (I)

"Oh, ¿adónde me llevan 
las nubes púrpura? ¡ojalá que allá arriba 
en luz y en aire se esfumen para mí el amor y el sufrimiento! 
F. Hölderlin 

Ser poeta é andar a cabalo das nubes, alonxado do mundo, ¿neutral?, o poeta nunca é neutral porque está encadeado ao fado. Fado que o leva a acariciar a infinitude crepuscular da loucura. Entregado a non se sabe que forzas que falan pola súa boca emitindo palabras coa arte como produto. "da pura intelixencia nunca brotou nada intelixible, nin nada razoable da razón pura", diría o poeta. Tamén, "da nada, por sublime que sexa, nunca naceu nada".

O poeta é o verbo poetizándose na súa poeticidade. Apetito mergullado na incesante busca da utópica felicidade. Homes e mulleres libres dunha comunidade futura nun eido que trascende o poema. Linguaxe profética que garda do Caos e fala do Kosmos orixinal. Mediador entre o tótem e o tabú, o sagrado e o profano. Que non fala da beleza, que a espalla pola terra. Que leva o xermo das cousas sinxelas. 

O poema que fala con novas palabras, fala da realidade para transformala. ¿Misterio? ¿Sincronicidade? ¿Qué houbera sido da palabra se Hölderlin houbera lido a Marx? Dilema do "surrealisme, ¿Marx ou Rimbaud?". ¿Cambiar o mundo ou cambiar ao home?. Como dicía Hölderlin : "¡Que cambie todo a fondo! ¡Que das raíces da humanidade xurda un novo mundo! ¡Que unha nova deidade reine sobre os homes, que un novo futuro se abra ante eles! No taller, nas casas, nas asambleas... ¡Que cambie todo en todas partes!" Porque o ceo que prometen os donos da terra sempre foi un soño que condea aos máis lúcidos ao reino das tebras. 

Cando se ama, todo se transforma nun poema aínda non feito. Non é a palabra quen se resinte, senón quenes en exceso falan, preocupados pola moralexa. Compre respetar os tempos, os ritmos, as cadencias para que revelen novas formas e paisaxes na Terra. Quenes se limitan a extraer o arume das flores e as cortan para comprendelas, nunca chegan a entendelas. Non é simple desexo, tampouco pura abstracción. Trátase de construir outro relato cunha nova canción. 




domingo, 22 de agosto de 2021

A BELEZA TURBIA

"Hundirse en el fondo del abismo, Cielo o Infierno, ¿qué importa? Al fondo de lo desconocido para encontrarse de nuevo?  Charles Baudelaire.

Os escolásticos coñecían ben a idiosincrasia da voluptuosidade na dor. François Banal ao falar da "novela cruel" que os jansenistas edificaran sobre a teoloxía da gracia, di que algúns "encontran o sistema moi cristiá (...) como confunden a súa linguaxe coa de San Pablo, a mesma dureza e terror parecen refinar a súa devoción e canto máis treman de medo, máis se imaxinan transidos de piedade...".

Moitos destes temas de beleza turbia aparecen nos románticos, pero cunha actitude nova de sensibilidade. Un romántico buscará suxerir un trasfondo de experiencia vital. Nombrar o desordenado, o grotesco, o macabro, o terror e o extrano para que aflore á realidade e facelos visibles. Asombrar as luces da razón agochadora das certezas escondidas. Sacudir o sentido moral do lector que obra coma un actor que interpreta un papel ensiñado de antemán. 

Mostrar a fermosura agochada trala máscara dun trastorno de personalidade. Un diaño de terciopelo que dorme o sono da vida agochado da inmundicia. Descrita, quizais por Barbery D'aurevilly cando di: "No cambiaría tus ojos abatidos, tu palidez, tu cuerpo enfermo, no lo cambiaría por los ángeles del cielo". Cantarlle á beleza agochada tralas palabras mundanas do relato da igrexa. Beleza que baile na ribeira do Ganges coas bayadeiras e que se bañe coas odaliscas de Estambul. Beleza agochada, espida, cuxa aperta poidera espertar máis dunha conciencia. 

Fermosas mendigas invisibles nas rúas douradas de palabras falsas e seductoras. Cortesanas que impregnan dun sabor doce a acre ollada da cotidianidade. Di Baudelaire:
"Blanca joven de cabellos rojizos 
cuya ropa andrajosa, por sus agujeros 
deja ver la pobreza 
y la belleza... 
Vive así, sin adorno alguno, 
ni perfumes, ni perlas, ni diamantes, 
solo con tu pobre desnudez, 
¡oh, belleza mía!
(...)
La mendiga de mi alma toma todo su brillo. 
Insensible a las miradas del universo burlón, 
su belleza sólo florece en mi triste corazón".

Visibilizar a beleza agochada baixo o discurso voluptuoso dun falaz discurso. Desaparecida baixo as pegadas de longos paseos por rúas empedradas repletas de fríos desexos. Existencia efímera que non deixa máis ca unha estigma indeleble que atenaza a alma, emocionada pola angustiosa tardanza. Como diría Marino, "Desdichada, ¿más de que me vale, si no hay esperanza, al estado primero volver la mente?.

domingo, 8 de agosto de 2021

TABÚ

 "...pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás...". Génesis 


Tabú es una palabra que los polinesios utilizaban para referirse a lo sagrado y diferenciarla de noa que significaba lo ordinario y accesible. Para los pueblos denominados primitivos, el mundo sagrado tiene un significado antagónico al mundo profano. Ambos son los dos estados de la conciencia que orientan la conducta hacia la bipolaridad.

Existe una separación esencial entre los seres sagrados y los profanos. La inclinación natural de lo sagrado es extenderse sobre lo profano, sin embargo, el poder de acción puede inclinar la balanza sobre un estado o el otro imponiendo y expulsando al otro de la conciencia. Existen una serie de ritos para encarnar la separación entre un estado y el otro. Su función es impedir que se mezclen y que haya aproximaciones indebidas entre ellos con la finalidad de guardar el equilibrio y que un estado no invada el dominio del otro. 

Los ritos se limitan a prohibir determinado tipo de actos cuya violación se considera un desencadenante automático de desórdenes padecidos por aquel o aquella que los quebrante, de tal forma que la prohibición pasa a tener una significación inquietante y peligrosa. 

Por el contagio inherente a todo acto sacro, un ser profano  no puede violar la prohibición sin que la fuerza sagrada a la que se aproxima indebidamente se extienda sobre él o ella. La fuerza de lo sagrado emerge desde la oscuridad del inconscente para restablecer su imperio, invadiendo la conciencia de la persona con contenidos inusitados y prohibiciones ancestrales. 

El inconsciente es crepuscular hasta la oscuridad y dispone de datos inconmensurables y estratificaciones depositadas en el inconsciente colectivo en el devenir de civilizaciones ancestrales. Viviendo la vida de familias, clanes y fratrías, vive la de la sociedad moderna, la de la transmodernidad y,  vivirá la de las civilizaciones que vendrán. 

El inconsciente preexiste al mundo bipolar en el que inicia su recorrido el ego. Gracias, entre otras fuerzas, a la definición que Freud ha hecho del ego, este ha penetrado el pensamiento para fijar la conducta y orientarla hacia la ambivalencia ante el objeto prohibido. Por una parte, experimenta el deseo de realizar el acto y, por la otra, el miedo estampado en el sistema límbico lo reprime. La prohibición es consciente pero, la tendencia interdicta es plenamente inconsciente, hecho que la persona ignora. Es precisamente esa doble vertiente la que convierte a la persona en neurótica (enferma).

El origen no hay que buscarlo en la experiencia individual, sino en los residuos de la experiencia de toda la humanidad, bajo el yugo del poder del lenguaje discursivo de las élites de poder. Se trata de imágenes ancestrales que se van fijando en el inconsciente. Son los sedimentos de la imposición del poder del ego a los pueblos que pasan a ser la forma de ver y contemplar el mundo, herdedada y perpetuada con el paso de los años, que se manifiesta en nosotros a través de imágenes y arquetipos y que da forma al sustrato del enigmático y misterioso inconsciente.