APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
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domingo, 20 de septiembre de 2020

PENSAMIENTO CRÍTICO: "BAJO EL SIGNO DE CAÍN"

"Dijo la serpiente a la mujer: ...Dios sabe que el día que comáis de él se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal...". Génesis

La economía derermina a la política y esta determina, asimismo, a la economía. De esto puede derivarse que ambas, economía y política, determinan la cultura, y a su vez, la cultura determina el sistema de relaciones políticas y económicas.

Adam Smith en "El origen de la riqueza", dice que hay un sujeto que trabaja y produce x, y otro sujeto produce y, intercambian sus productos, para lo que estabecen un contrato, y ello da lugar a una sociedad, todo ello, en un estado de naturaleza.

Adam Smith supone que el hombre en la naturaleza, está solo. Se olvida de que el hombre es un ser social, "zoom politikon", diría Aristóteles. Adam Smith, determinado por la cultura y, por consiguiente, por la política, establece un concepto de hombre determinado por un sistema político que, a su vez está determinado por una determinada cultura.

Para Hegel, la esencia del hombre está oculta, y lo que se ve es el fenómeno. El ser humano, en ese sistema, produce más de lo que necesita para vivir, es lo que se llama "el excedente". Pero, ¿como aparece el fenómeno del excedente? Es fruto de la dominación. Y ¿como aparece la dominación? A través de la cultura.

Hobbes describió el estado de naturaleza como: "bellum omnius contra omnes", la guerra de todos contra todos. Dijo Caín a Abel, su hermano: Vamos al campo. Y cuando estuvieron en el campo, Caín se levantó contra él, su hermano, y lo mató". A través de la historia de caín, el hombre se reconoce en una determinada cultura de la dominación. Caín muestra el camino de la dominación: someter al otro con el poder de las armas. El bien sucumbe ante el mal, y este determina la cultura. "Andaré fugitivo y errante por la tierra, por lo que cualquiera que me encuentre me matará. Le respondió Yahvéh: No será asi, pues si alguno mata a Caín, Caín será vengado siete veces. Yahveh puso sobre caín una señal, para que no lo matara quienquiera que lo hallase".

Hegel, en la dialéctica del amo y el esclavo, en el capítulo IV de la Fenomenología del espíritu, titulado: Autonomía y dependencia de la autoconciencia: dominio y servidumbre, establece la lucha entre dos seres autoconscientes  y uno acaba dominando al otro. El hombre ejerce la dominación por la fuerza, la establece a través de la cultura y la justifica a través del símbolo.

Los simbolos tienen por función transmitir sugnificados complejos o abstractos, cuya densidad resulta difícil resumir en el lenguaje cotidiano: sentimientos, valores religiosos, valores sociales, ideología, etc. No explican los conceptos, pero permiten que sean comunicables y comprensibles ya que no operan al nivel lógico, sino insconsciente y subconsciente. Permiten mediar entre lo visible y lo invisible, lo concreto y lo abstracto. Además poseen una fuerza unificadora, es decir, logran sintetizar en un solo elemento diversos niveles de significación. Debido a que facilitan los procesos de comprensión de la realidad, los simbolos tienen gran importancia en la educación. A través de los símbolos, el individuo se reconoce perteneciente a una cultura de la dominación. 

El capitalismo establece un sistema del manejo del excedente. El excedente, fundamento de la injusticia, es como la sustancia para Hegel, invisible. El individuo dominado no es consciente de que colabora en el proceso de su propia dominación. En el relato de Job, este se queja de que sufra sin haber cometido ningún pecado. Sufre por el pecado de otros. El desposeído, sufre sin saber por qué, en una cultura que lo ha marginado. Decía Walter Benjamin: "Es necesario recuperar la historia de los vencidos para redimir su sufrimiento y transformar el presente".






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