APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

miércoles, 21 de diciembre de 2016

ARQUETIPO DE MADRE

"Uno alcanza  la iluminación haciendo consciente la oscuridad".  Carl Jung
   
    El arquetipo representa, por una parte, un rasgo psicológico del inconsciente colectivo, una forma de responder y comportarse que es compartido a lo largo de la historia. Por otra parte, afecta al inconsciente personal, iluminando rasgos singulares y particulares de la persona.
       Entre los símbolos de la deidad femenina de la maternidad se encuentra la unión del cielo y la tierra dentro del cuerpo de la madre, pues ella encarna las cualidades humanas y al mismo tiempo es receptáculo e instigadora de la ley divina por la que todas las cosas son concebidas y nutridas para irrumpir en la vida.  
    En cada uno de nosotros existe el deseo irrefrenable de regresar a la feliz existencia del vientre materno, a la disolución de la consciencia en la oscuridad del no ser. El mundo del recién nacido es un continuo de consciencia, al mismo tiempo física y psíquica. Dentro del vientre, el niño no es consciente del paso del tiempo, para el solo existe la eternidad. El niño experimenta una transferencia dramática desde la vida atemporal, oscura y abrigada del vientre, al mundo de la individualidad y la luz.
       La idea de la tierra como madre, y de la muerte y la inhumación como regreso a su vientre fija el eje este-oeste, el camino del nacimiento y la muerte, el levante y el poniente del sol, símbolo de vida y fertilidadEl vientre, mito central de iniciación y transformación, y el agua (aqua permanens) que rodea y nutre el embrión se representa por la figura del círculo.  El símbolo de la espiral y del angosto pasillo permanece impreso en nuestra psique toda la vida. Aparece espontáneamente en ciertos estados de la meditación o en el instante antes de quedar inconsciente bajo los efectos del éter.
    El arquetipo de la madre es el mecanismo fundamental de nuestra psique. Contiene características positivas y negativas. Símbolo de nuestro anhelo de redención, así como del respeto y la devoción por lo bello. El círculo mágico y el mandala recuerdan a la madre por la protección que proporcionan. Este renacer y transformación mágica de la naturaleza identifica a la madre con la reproducción, la fertilidad y la protección. Según la mitología griega, cada vez que Perséfone sale del Hades hacia la tierra, su diosa madre, Deméter, se inicia la primavera. Cuando vuelve al Hades, comienza el invierno. Es la sabiduría y la exaltación espiritual que trasciende a la razón.
       

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