APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

viernes, 9 de diciembre de 2016

"VIRTUDES"

"Por Dios entiendo una substancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente, omnipotente, que me ha creado a mi y a todas las demás cosas que existen, si es que existe alguna. Pues bien, eso que entiendo por Dios es tan grande y eminente, que cuanto más atentamente lo considero, menos convencido estoy de que una idea así pueda proceder sólo de mí. Y, por consiguiente, hay que concluir necesariamente, según lo antedicho, que Dios existe. Pues aunque yo tenga la idea de substancia en virtud de ser yo una substancia, no podría tener la idea de una substancia infinita, siendo yo finito, si no la hubiera puesto en mí  una substancia que verdaderamente fuera infinita..." René Descartes.
     
   En el Hinduismo, "el Ser" trascendente es la esencia invisible e indestructible, la vida Una, eterna y omnipresente. Es un concepto abierto que no puede ser explicado ni entendido. Es imposible formarse una imagen mental del Ser. Impregna profundamente cada forma, es nuestra identidad más profunda, nuestra verdadera naturaleza. Solo si dejamos la mente en blanco a través de la meditación-oración seremos capaces de sentir la unidad con el Ser. Es un estado de conexión con algo inconmesurable e indestructible, con algo de lo que formamos parte esencialmente. Es encontrar nuestra naturaleza más allá del nombre y de la forma. La incapacidad de sentir esa conexión crea en nosotros la ilusión de que somos un fragmento aislado, cuerpos separados del mundo que nos rodea y de nosotros mismos.
     Para Sócrates la Mayéutica (por analogía Maya, una de las pléyades de la mitología griega) consistía en interrogar a una persona para que llegara al conocimento a través de sus propias conclusiones, no a través del mero conocimiento aprendido y preconceptualizado. Se basaba en la capacidad intrínseca de cada indidivuo para llegar a la verdad, lo cual suponía que la verdad estaba oculta en el interior de uno mismo.
  Baruch Spinoza nos descubre el intellectus que nos dota de libertad y responsabilidad para comprender y elegir; y la "meditación-oración" nos lleva a ser prudentes en la templanza y la moderación. El intellectus aspira, a través del amor, a conocer la belleza y la justicia que son facultades del alma y a comprender lo universal, la conexión entre la diversidad y lo esencial, la armonía entre lo interno y lo externo, y la relación entre lo mudable y lo permanente.
    A través de los sentidos se conoce la realidad, lo concreto, lo particular, lo mudable, lo que oimos, sentimos y palpamos; pero el objeto del intellectus es lo universal, lo estable, lo eterno. No es un mero acto de pensar o saber, ni es conocimiento producto de la reflexión; es la unión con lo preexistente y se tiene en el interior. Es el ontos on, la entraña de todo lo que existe, lo eterno y lo atemporal. Solo el intellectus es capaz de captar esa realidad que hay dentro de cada uno. Es la Belleza que está tras lo bello, el kósmos noetós y el kósmos horatós, la unión de la vida y la muerte. 
     
       

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