Dice Albert Camus en "El hombre rebelde" que la rebelión metafísica es el movimiento por el cual el hombre se alza contra su situación y la creación entera. Continúa diciendo que el rebelde metafísico se declara frustrado por la creación. Yo añadiría que se siente frustrado por como se ha construido y tratado "la creación" y como este hecho ha llevado al hombre a su propia "alienación" (enajenación, ya sea loca o cuerda), no a través del trabajo, como sostenía K. Marx, sino a través de su propia "acción ".
Hesíodo nos muestra a Prometeo encadenado y apartado de "la mesa" de los dioses. Esquilo nos lo muestra con una "inteligencia" capaz de desafiar a los dioses por amor a la humanidad, acto por el que es sometido a castigo perpetuo, y es consciente de su realidad cuando exclama: "Ah, ved la injusticia que soporto". El esclavo, cuando es consciente de su realidad y se alza contra su amo no lo niega como ser, lo niega como amo. El problema surge cuando no se siente esclavo porque no "conoce" a su amo ya que la ciencia lo ha hecho "invisible".
¿Como advertir con claridad en el reino de la confusión? Los "dioses modernos" todopoderosos tienen a su disposición "la ciencia y la razón", y a su servicio los medios de comunicación y las nuevas tecnologías. Dice Noam Chomsky que los Medios de comunicación de masas intentan básicamente distraer a la gente. Pierre Bourdieu añade que la televisión goza de un monopolio sobre lo que pasa en la cabeza de una gran parte de la población y lo que piensan. Y de ello son conscientes "los dioses modernos" que, con la ayuda de la psicología, los utilizan para "crear guerras" entre los "humanos" y "jugar con los hombres", tal como nos muestran las más antiguas versiones del origen del Cosmos y el linaje de los dioses de la mitología griega; además de utilizarlos como "control social", y para desviar la atención.
En los años veintes del pasado siglo, J. B. Watson, decía: "Dadme una centena de niños sanos, (...) para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger (...), prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados". Otro de los "padres" del conductismo, B. F. Skinner dijo con acierto:"No hay ninguna razón por la que no se pueda enseñar a un hombre a pensar". Y esto también lo saben los "dioses modernos".
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