APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

domingo, 25 de febrero de 2018

"MÁS ALLÁ DEL SER Y LA NADA"

"El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman". C. G. Jung 


Los problemas científicos pueden interesar y expresar una realidad; pero nunca apresar la verdad. La sabiduría hindú conoce esta realidad porque así aparece como principio fundamental en la filosofía vedanta. El dogma fundamental de esa escuela afirma que la materia no tiene esencia independiente de la mente. La antigua sabiduría hindú afirma que Maya envuelve los ojos de los mortales con el velo del engaño y les hace ver un mundo que se semeja al sueño. "Esse es percipii", como diría G. Berkeley

La verdad pertenece a una dimensión que nos trasciende. Los límites de nuestro mundo son los límites de nuestro lenguaje y de nuestra percepción. Por eso nuestra sabiduría siempre será gris; sin embargo, la vida es multicolor. En lo profundo se encuentra la esencia y la armonía a pesar de la aparente tempestad. La realidad es producto de nuestro pensamiento, se nos representa a través de los sentidos y de las emociones, y depende constantemente de nuestra intención. Dice Schopenhauer: "El mundo es mi representación. Esta es la verdad que vale para todo ser viviente y cognoscente aunque solo el hombre puede llevarla a la conciencia por la reflexión abstracta". 

El "Argh" de Anaximandro, el Ser de Parménides, y el fuego de Heráclito son atributos de la divinidad. Motor eterno, inmóbil y sin extensión de Aristóteles, acto puro, pensamiento de pensamientos y causa final de todo el universo que ordena la naturaleza. Y el logos que se identifica con el "pneuma" que todo lo penetra y da vida, y a lo que nada se le escapa. La verdad es Una, pero no se puede encontrar en el presente colectivo. Permanece más allá del ser y la nada; de los objetos sensibles y de las emociones. Solo es posible como revelación mística, en un diálogo entre Dios y el hombre. El misterio nos desborda por nuestro limitado conocimiento y por su trascendencia. 

La psique de cada individuo se encarna en un cuerpo con sensaciones, emociones y sentimientos que se convierten en deseos, ideas, emociones y pensamientos, y estos en actos. Los pensamientos reprimidos serán desplazados al inconsciente, formando parte de una personalidad escindida que opera desde la sombra y que provocará estados alterados de la conciencia, dificultando la voluntad, la memoria, e incluso, verdaderos conflictos morales. 

Toda conducta tiene consecuencias y volverá a nosotros como futuro. Cada persona es responsable y libre para elegir entre diversas posibilidades abiertas. Una persona no es algo estático: siempre está en proceso de devenir algo diferente. Por lo tanto, depende de ella el desarrollo máximo de todo su potencial. Solo "actualizando" esas potencialidades podrá vivir una vida "saludable". Las personas que niegan su devenir están negando la posibilidad de sentirse realizadas. 

Para la fenomenología existe una unidad mente-cuerpo, y para la experiencia fenoménica la persona es y permanece como una unidad. Se plantea la existencia del "ser" en el tiempo presente, en un espacio determinado, centrado en la individualidad. Se trata de un ser humano que progresa activamente a través de la vida, asumiendo la responsabilidad de materializar sus posibilidades. El humanismo enfatiza el hecho en que la conciencia, los sentimientos, las emociones subjetivas, y las experiencias personales, se relacionan con la propia existencia en un mundo mejor, más justo y equitativo. Se trata de una perspectiva "fenomenológica" para la cual la experiencia subjetiva (tal como se presenta aquí y ahora) es el fenómeno principal de la naturaleza humana. 

Cada conducta debe estar guiada hacia la auto-actualización, tendencia que es idiosincrática de cada indivíduo. El ser humano debe ser el eje de su propia conducta y experiencia, como "agente consciente" que experimenta y decide sus acciones con libertad y responsabilidad. Si alguien está hambriento y sediento tenderá a calmar su sed antes que el hambre. De la misma forma, si alguien está sediento, pero la realidad no le permite respirar, prevalecerá la necesidad de respirar. Como decía Nietzsche en sus escritos de juventud, a propósito de Schopenhauer,  "el oscuro impulso pertrechado con todo el aparato de la representación, se revela en el mundo". 

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