APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

miércoles, 20 de enero de 2016

EL SUFRIMIENTO

"El que quiera vivir el placer sin el dolor, y el orden sin el desorden, no entiende las leyes del cielo y de la tierra". Chuang Tse (filósofo taoísta)

Tradicionalmente se relacionó el dolor con el sufrimiento y a éstos como males en si mismos, por lo que tendemos a huir de ellos. El pensamiento Judeocristiano introdujo el dolor como una consecuencia del pecado original. Por su parte el budismo lo considera fruto de la pasión y el deseo. Decía Siddharta Gautama (Buda), que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. 
La vida es polar y sin la pasión y el deseo se vacía de contenido. El placer y el dolor, la satisfacción y el sufrimiento, son polos de una misma unidad. Negar uno de los polos, sería tanto como negar la existencia humana. 
La "Asociación internacional para el estudio del dolor" lo define como "una vivencia sensorial y afectiva desagradable, asociada a lesión tisular que se describe en términos de dicha lesión". El dolor total tiene que ver con lo físico, lo emocional (depresión, desamor, ansiedad, obsesión, percepción de indiferencia afectiva...), aspectos espirituales como los proyectos de vida, el miedo al más allá, la conciencia del mal; aspectos sociales como la burocracia, la familia, los amigos; y aspectos económicos... 
El sufrimiento, sin embargo, es un "desgarro" interior ante una amenaza por el miedo a sentirnos indefensos. Intervienen elementos como la memoria, la inteligencia, la imaginación e incluye pasado, presente y futuro. Es el dolor anticipatorio del devenir, del futuro, que se hace presente a través de la imaginación; y del pasado que se actualiza a través del recuerdo. 
Huir del dolor genera ansiedad y alimenta el sufrimiento; y  el sufrimiento no asumido lleva a la desesperación, por eso, es importante la aceptación. Como diría V. Frankl, "el hombre no se destruye por sufrir; el hombre se destruye por sufrir sin ningún sentido". Dándole un sentido al sufrimiento, podemos llegar a la comprensión del otro, a la tolerancia y a descubrir el verdadero sentido de la vida.

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