APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

miércoles, 20 de enero de 2016

LA FELICIDAD (II)

"Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas". Rabindranth Tagore

Decía Sartre, que la felicidad no consiste en hacer lo que uno quiere, sino en querer lo que uno hace. Es la motivación que dirige la mayoría de nuestras acciones. El arte, el amor, la salud, el poder, la fama, son elementos que contribuyen a la sensación de felicidad; pero ninguno de ellos es totalmente esencial y no existen fórmulas mágicas para acceder a ella. 
Según los Vedas, Brahma se revela a través de la alegría y la felicidad. Para Lao-Tsé, la felicidad y la desgracia son las dos caras de una misma moneda. El budismo, nos la ofrece a través de la renuncia. Parménides la contempla en el Ser. Para Heráclito, Sócrates, Platón y Aristóteles no hay felicidad sin virtud. Para Schopenhauer y Freud consiste en evitar el dolor y el sufrimiento. El pensamiento Judeocristiano nos pide que escuchemos y sigamos a Dios. Nietzsche, sen embargo, nos ofrece la felicidad en el hecho de sentirse vivos y Epicuro nos invita a vivir el placer suprimiendo el temor y el dolor.
El Bhagavad Gita, el Judeo-cristiasmo y Parménides, a los que podemos sumar  a Schopenhauer, Freud y Heidegger, sitúan la felicidad en lo trascendente, en el más allá y recomiendan renunciar al cuerpo, a la pasión y al deseo; debemos ser solo psique y volver a la esencia del Ser; mientras que Nietzsche nos invita a vivir del placer, aceptando que solo somos vida, no existe el trascendente.
La felicidad, igual que la verdad, son expresión del "Logos", leí o razón universal que gobierna el mundo. Filón de Alejandría decía que el Logos es un agente espiritual que hace de mediador entre Dios y el mundo. Para Heidegger es la manifestación del Ser a través de la palabra.
Parafraseando a Lao-Tsé, no hay felicidad sin desgracia, sin dolor y sin sufrimiento. El que quiera ser feliz tiene que aceptar la tragedia y aceptar que la vida es un constante devenir en permanente creación artística que se reafirma en el presente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario