El ser humano es un proyecto que se construye a través del acto. La tarea humana se realiza en la libertad a través de procesos en los que nada tienen que ver el bien y el mal. Es un ser libre para elegir a través de la potencia humana de vivir; es decir, la capacidad de desenvolverse conforme a su particular naturaleza, esforzándose por perseverar en la existencia.
Esse est operari, ser es actuar, que enfatiza el carácter dinámico y eficiente de los individuos con independencia de valoraciones. Lo importante es modelar el poder bruto de la potencia para que sea eficaz para el sujeto y para terceros, teniendo en cuenta la situación en que se aplica y como se hace, lo que requiere flexibilidad e ilustración.
A través del deseo lúcido se pasa del azar de las impresiones o afecciones del cuerpo al orden de las ideas creado por el entendimiento, de las dichas ocasionales y fugaces a la estabilidad de la alegría interiorizada. La potencia crece mediante las acciones propias de la lucidez, se transforma en autonomía y desemboca finalmente en madurez personal.
Uno no deja de tener problemas y desencuentros, pero los integra en un proceso continuo de aprendizaje, transformando las ideas inadecuadas, que nos convierten en seres pasivos, en certezas bien establecidas para ganar en autoconocimiento y nueva vitalidad. Aclarar lo confuso, entender los errores e incluso el propio dolor significa dar un giro a la propia experiencia. La humildad de saberse una partícula de un conjunto infinito es la mejor vía para afirmar lo que uno es y puede hacer.
Sí. Aprender sobre uno mismo. Crecer a nivel interior. Esa humildad que llega con ello (aunque a veces no se me note). Y sobretodo, esa paz, esa certeza, como bien dices... Un saludo :)
ResponderEliminar