APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

domingo, 12 de marzo de 2017

"POLARIDAD"

"Por un inmortal poder, 
todas las cosas, 
cercanas o lejanas, 
ocultamente, 
están ligadas entre si, 
de modo que no puedes 
arrancar una flor
sin perturbar las estrellas" 
 Francis Thompson 

          Decía Kahil Gibran, "Toda la creación existe en ti y todo lo que hay en ti existe también en la creación. No hay divisoria entre tu y un objeto que esté muy cerca de ti, como tampoco hay distancia entre tu y los objetos lejanos. Todas las cosas, las más pequeñas y las más grandes, las más bajas y las más altas, están en ti y son de tu misma condición. Un solo átomo contiene todos los elementos de la tierra. Un solo movimiento del espíritu contiene todas las leyes de la vida. En una sola gota de agua se encuentra el secreto del inmenso océano. Una sola manifestación de ti contiene todas las manifestaciones de la vida". El panorama kósmico lo generan sus propios habitantes. Con la vida surge la creación. El nacimiento de la conciencia cristaliza la realidad. El Universo está en constante división, cada proceso subatómico tiene la finalidad de multiplicar el mundo; nuestro cuerpo, nuestro cerebro, se dividen permanentemente. 
     En el segundo libro de La Creación, Adán, primera  criatura humana andrógina, es depositado en el Edén, jardín en el que hay dos árboles especiales, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Adán aún es la criatura total, es uno con el Todo. Pero concibe el deseo de proyectarse hacia el exterior y darle forma independiente a parte de su ser. Dios escucha su deseo y de su costado crea algo independiente. A partir de ese momento se pierde la conciencia kósmica, se pierde la Unidad y comienza la polaridad. La mitología de todos los pueblos, en todas las épocas, reconocen este tema central de la condición humana y lo representan con imágenes semejantes.  
     A partir de la división de la conciencia, la historia del ser humano será la historia de la persecución de la Unidad, de la Totalidad, que se le presenta inalcanzable. La polaridad se vive como una condena a caminar entre elementos opuestos hasta que se aprenda, asuma e integre el Todo y se vuelva a ser uno con la Unidad. Las religiones nunca entendieron, ni intentaron, convertir este mundo en el Paraiso. Solo enseñaron a aislarse como forma de regresar a la Unidad. Toda aplicación del potencial humano se percibe como diabólico. El Sandokai, uno de los textos básicos de la filosofía Zen, dice: "Luz y oscuridad están frente a frente. Pero la una depende de la otra como el paso de la pierna izquierda depende del paso de la pierna derecha". 
     El ser humano no nace culpable y no debe sentirse pecador y dejarse abrumar por la duda. La división no es pecado ni la personificación del mal. El versículo 22 del Shinjinmei, el texto más antiguo del budismo Zen, dice: "Si queda en nosotros la más mínima idea de la verdad y el error, nuestro espíritu sucumbirá en la confusión". La duda, a medio camino entre los polos, es inquietante, pero es necesaria para llegar a la convicción. El miedo que crea la duda es encogimiento y represión, y genera una actitud que impide la apertura y la expansión. La convicción, sin embargo, destruye las ilusiones con las que  el ego quiere evadirse. No sirve a la evasión y al engaño. Para alcanzar la Unidad hay que aceptar la vida,  no huir y cerrar los ojos. 
     Más allá de la polaridad está la luz. El fin de la oscuridad es hacerse luz, aquella solo le sirve de soporte a esta. La luz existe, la oscuridad no. La sombra solo es amenazadora mientras permanece en la oscuridad; pero una vez que se lleva la luz a las tinieblas y se contempla lo oscuro, desaparece el mal. La contemplación es la fórmula para adquirir conocimiento que es la herramienta que transforma la calidad de lo contemplado, porque lleva luz donde solo hay oscuridad. El mundo no es imperfecto, lo es la mirada de quien lo observa porque no se reconoce en la totalidad. No es necesario renunciar a la vida y a recorrer conscientemente la existencia. Debemos tener el valor de enfrentar los retos de lo cotidiano, aceptando lo que se nos presenta y eligiendo lo que queremos. Si existe una ley con verdadero poder sobre el ser humano, es la del ineludible regreso a la Unidad, y el instrumento más eficaz para no desviar el camino es el amor que une lo separado en su vuelta a la Totalidad.

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