APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
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...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

domingo, 23 de abril de 2017

"PIEDAD"

"Hemos de proceder de tal manera que no nos sonrojemos ante nosotros mismos". Baltasar Gracián

En las Upanisads se expone de manera elegórica la unidad esencial de todos los seres vivos; el dolor que se aflige a cada uno de ellos repercute en el aumento del dolor universal que es consustancial a todos. Decía Schopenhauer, " A mis diecisiete años, (...) me conmocionaron las miserias de la vida tanto como a Buda en su juventud el descubrimiento de la enfermedad,  el dolor, la vejez y la muerte. La verdad que gritaba el mundo de manera tan audible y clara, superó pronto los dogmas judíos de los que me hallaba impregnado, y mi conclusión fue que este mundo no podía ser la creación de un ser lleno de bondad sino, más bien, la de un demonio que se deleitaba en la visión del dolor de las criaturas a las que ha abocado a la existencia...". 

El nacimiento y la muerte son ilusiones propagadas por Maya, símbolo del cambio y de la caducidad. Ella es la que manipula la rueda del deseo, el causante del egoísmo y las desdichas humanas, convirtiendo el mundo en un status diabólico. La superación de este status adviene si se es capaz de unir el principio vital "atma" con el principio kósmico "Brahma", o lo que es lo mismo, el cielo y la tierra, el espíritu y la carne; volver del objeto al sujeto en la unión intersubjetiva y la disolución del "ego" en su totalidad. 

Baltasar Gracián describió al hombre como: "el ser más fiero que las fieras", se preguntaba, "¿de que sirve el saber si no es saber práctico? El principium individuationis, es la participación de lo universal; de la sustancia kósmica en lo singular, donde el ser humano toma conciencia del origen y del principio de justicia, desprendiéndose de la diferencia, consciente de la división y de la injusticia que procede del vínculo creado entre sujeto y objeto. 

Para la mayoría de las personas, la diferencia es tal que, para el malvado, el dolor del "otro" es motivo de alegría y para el injusto un medio bueno para trabajar en su propio beneficio. La piedad supera en grado máximo la injusticia y dispone a la benevolencia positiva y a la Unidad. El "intellectus" domina en las personas los impulsos ciegos del poseer para que el que comparte rompa la diferencia. El ser humano justo, se limita a no causar dolor, pero no se inmuta ante innumerables criaturas que padecen sin decidirse a socorrerlas, porque de esa forma tendrían que imponerse ellos mismos alguna privación y no es para lo que están "programados".

El principium individuationis siente la bipolaridad y la división,  y conoce sin necesidad de la razón que el para sí es también un para el "otro". No es esclavitud, sino hermandad. Aporta visión y equilibrio en el que el dolor del "otro" afecta tanto como el de uno, busca el equilibrio entre sus semejantes y se impone privaciones para aliviar los males ajenos. 

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