APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

martes, 13 de marzo de 2018

"ESPECULACIÓN"

"El liberalismo se alimenta de abstracciones, puesto que cree posible la libertad sin individuos libres". H. F. Amiel

El poder sobre el hombre adquirido en esta sociedad al asimilar todo lo que toca, al absorber toda oposición, olvida con facilidad la destrucción de los recursos naturales, la proliferación del despilfarro y la falta de equidad en la distribución de los recursos. J. K. Gakbraith advertía que los escándalos y las crisis financieras no son anormalidades del capitalismo. Para él, la especulación y la cultura del pelotazo son el corazón mismo del sistema.  George Soros no es una excepción. La economía de mercado lleva en su seno la semilla de un deterioro recurrente. La diferencia entre lo prohibido y lo permitido se estrecha cada vez más hasta desaparecer.

La celebración de una personalidad autónoma y humana, y de una sociedad justa y equitativa, parecen ideales propios de una etapa anterior a la que se desprecia por "trasnochada", mientras una minoría previlegiada goza de los bienes y representa el ideal. Se traiciona la esperanza por un mundo plagado de "juegos para adultos" con grandes palabras vacías de contenido que, pronunciadas en la televisión, se transforman en sonidos sin sentido que solo lo adquieren dentro de un contexto de propaganda y de negocio.

Con el nacimiento de la bolsa, en Amsterdam, a principios del siglo XVII, comienza la explosión especulativa. En aquella ocasión, el objeto fueron los bulbos de tulipanes. Por aquel entonces, la atención se concentró en la propiedad de las flores, lo que multiplicó su precio ilimitadamente. En el año 1636, un bulbo de tulipán podía cambiarse por un carruaje. Pero nadie sabe por qué, se empezó a abandonar la moda de los tulipanes. La carrera para vender se transformó en pánico, los precios cayeron hasta llegar a no valer prácticamente nada. Como consecuencia, mucha gente se arruinó.

Lo que eran episodios especulativos, a partir de 1980 se convierten en una constante en el mundo debido a la hegemonía de los mercados financieros. Existen verdaderas mafias que se extienden por todo el mundo y que actúan en sociedades grises a la sombra de las zonas oscuras del planeta. En las realidades virtuales, el mundo financiero, se sitúa en una fina línea entre lo permitido y lo prohibido, entre lo moral y lo inmoral, mientras las instituciones miran para otro lado.

La norma jurídica solo sostiene lo oficioso y cohabita con la ilegalidad de los poderosos. Mientras se persigue y se llenan las cárceles con delincuentes comunes, los autores de los grandes pelotazos permanecen libres, ajenos a toda legitimidad. Galbraith ya advertía contra la posibilidad de convertirse en víctimas de las aberraciones del capitalismo. La emoción generada por los instrumentos financieros desencadena la seductora dinámica de la especulación justificada por la perspectiva del enriquecimiento personal. Y si a la especulación le sumamos la corrupción que une a una parte del poder político con elementos del poder económico, el sistema capitalista estará en su legitimación permanente. Ya decía Keynes que el capitalismo liberal estaba en la raíz del caos económico. No era inteligente, ni justo, ni virtuoso, ni capaz de proporcionar los bienes y servicios que necesitamos.


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