APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

viernes, 23 de marzo de 2018

"SER COMO PRODUCTO"

"No hay tiranía más cruel que la que se perpetra bajo el escudo de la ley y en nombre de la justicia". Montesquieu


Decía Mahatma Gandhi: "Recordad, a lo largo de la historia, siempre ha habido tiranos y asesinos, y por un tiempo, han parecido invencibles. Pero siempre han acabado cayendo". Nada caracteriza la experiencia de la vida de una forma más honrada y comprensiva que la experiencia del sufrimiento. La historia nos habla de grandes conquistas, de grandes civilizaciones, y del descubrimento de grandes eventos,  pero nada nos dice del terrible sufrimento humano que acompañó a todos esos acontecemientos. La historia de las guerras, es la historia de las personas que son y fueron heridas, mutiladas, destrozadas, arrasadas, torturadas, masacradas, humilladas y abandonadas. El "nuevo mundo" fue construído sobre el exterminio y el genocidio, y la historia del "tercer mundo" sigue siendo la historia de humillaciones y penalidades. 

I. Kant representa la conciencia de la arrolladora expansón de la cultura occidental. Ortega y Gasset dijo en una ocasión: "...en la obra de Kant están contenidos los secretos decisivos de la época moderna, sus virtudes y sus limitaciones...". En la filosofía de I. Kant se entrevé la vasta vida occidental de los cuatro últimos siglos. Los resortes que mueven su "máquina ideológica", el mecanismo de su funcionamiento. Para Hegel, la conciencia europea es una "conciencia desgarrada". La cultura contemporánea va mostrando día a día sus contradiciones internas, en la religión, en la ciencia, en la moral, en el arte, en la política y en las instituciones. Windelband decía que Kant dio por primera vez expresión al "nuevo" rumbo de la cultura. Pero como apuntaba la escuela filosófica de Baden, entender a Kant es también "superarlo", teniendo presente su empeño en la "crítica" y en las posibilidades de la persona como creadora de la cultura. La crítica hace a la persona, y la filosofía crítica cala profundamente en la esencia humana descubriendo sus límites y aceptándolos. 

Para el capitalismo neoliberal, lo biológico, lo somático, y lo corporal, es lo que realmente cuenta. Se trata de hacer una política del soma a través de la psique. Para incrementar los beneficios y superar las resistencias somáticas, se optimizan los procesos psíquicos y mentales. La industria telemática está dirigida a convertirnos, a través de la psicología, en consumidores impulsivos en una libertad regresiva. Como dijo alguien en cierta ocasión: "Que pensariamos de una rosa roja que proclamara muy convencida que lo correcto es florecer en rojo, que tener flores de otros colores es un error...".

La técnica del poder del neoliberalismo es sutil,  no se apodera directamente del individuo, Se ocupa de que actúe de tal forma que reproduzca por si mismo el entramado de dominación que interpreta como libertad. Se trata de incidir en el "ego" de los ciudadanos separándolo del "otro" y fortaleciendo su deseo. Es el deseo lo que constituye el ego revelado en el objeto de si mismo. El deseo impulsa al "ego" a la acción que tiende a satisfacerlo y solo puede hacerlo con la negación del si mismo y del otro.  El individuo se convierte en un ego que galopa a caballo del deseo inalcanzable y que culmina deseando el deseo del otro, iniciando así la deialéctica de ciudadano cosificado, sometido por su propio ego. 

Es una falacia atribuirle al ser humano la humanidad en la medida en que imponga su voluntad sobre otro ciudadano y se haga reconocer por el. No deja de ser un aspecto de su animalidad. El individuo libre no necesita apoderarse del mundo para realizarse sino que, por el contrario, construye un mundo en el que pueda realizarse. El ego comienza por apoderarse de la persona para erigirse en el centro del mundo. Se manifesta por medio de un insaciable deseo de posesión y quiere controlarlo todo, la natureza, las personas y los acontecimientos. La economía del ego gira en torno a la poderosa fuerza motriz del propio interés. Se compara con el otro y compite por los elogios, los privilegios, el poder y el dinero; lo que lo convierte en envidioso, celoso, rencoroso, hipócrita, falso, deshonesto y desconfiado. Genera miedo, inseguridad, preocupación y ansiedad, y carece de empatía. Intuye con facilidad el beneficio y refuta cualquier acercamiento al que no le puede "sacar partido". Pero, la liberdad, la autonomía y la independencia del ego son pura ilusión. Solo percibe la separación, el conflicto, y la rivalidad. 

Las estructuras del poder que dominan este mundo hacen que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres. La realidad del poder necesita para cumplir su objetivo del otro, se alimenta del reconocimiento del siervo. El poderoso cosifica al otro convirtiéndolo en producto. Se convierte en una potencia que reina sobre todo ser-socializado llegando a aniquilar la libertad del individuo cosificado para la satisfacción de su deseo. Necesita del ciudadano para sobrevivir por lo que no le queda más que gozar del capital generado por el "producto" en el que ha convertido al individuo.












1 comentario:

  1. "El individuo libre no necesita apoderarse del mundo para realizarse": excelente frase con la que me siento identificada. Aparte de estar de acuerdo con todo lo demás, claro. Un saludo.

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