APRENDIENDO A VIVIR

SOMOS LO QUE COMEMOS Y LO QUE PENSAMOS: Nuestra salud mental depende en buena medida de nuestro sistema de creencias y de nuestra alimentación.
Este blog quiere ser un punto de encuentro para las personas que buscan una explicación, para los que no comprenden; aquellos y aquellas que buscan con una actitud libre y abierta respuestas...
...quiere ser una herramienta a favor de la tolerancia, la justicia y la libertad...
...un instrumento para tomar el control...
...una ayuda para conocerse mejor, comprender la existencia humana, nuestras necesidades y apegos...
...en definitiva una herramienta para llenar nuestro vacio interior y recuperar la confianza...

miércoles, 30 de mayo de 2018

"MIEDO"

"El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar el miedo". Émile-Auguste Chartier

El miedo es una emoción primaria que deriva de la aversión natural al riesgo o a la amenaza de la muerte. Es "funcional" cuando su dimensión está en correspondencia con la amenaza; es adaptativo y constituye un mecanismo de defensa y de supervivencia; pero existe un miedo "neurótico" cuando la intensidad del ataque de miedo no tiene ninguna relación con el peligro. Ambos provocan angustia y ansiedad, detienen el sistema inmunitario,  y provocan cambios fisiológicos inmediatos que nos preparan para la lucha o la huida ante el peligro de "la nada". Si el miedo es "neurótico" las consecuencias pueden ser irreversibles.

Según Heidegger, el miedo se produce a la vista de una "nada" que se experimenta como algo completamente distinto de los "entes". Hoy día se intenta convertir al mundo en una gran "zona comercial" repleta de "entes" para ocultar "la nada". El miedo surge cuando al ciudadano que se encuentra cómodo en la esfera pública se le muestra al otro como enemigo, se le "bombardea" con la posibilidad de un "paisaje inhóspito", y éste se desmorona al anticipar el peligro de "la nada".

Es el miedo que anticipa a "la nada" y arranca al ciudadano de la existencia; lo despoja de la cotidianidad, de lo familiar, de lo habitual, y de la "conformidad social". Lo confronta con lo siniestro y lo desapacible. Para encajar en el grupo social y liberarse del miedo, el ciudadano se convierte en un "ser impersonal". La aceptación es inconsciente ante la prescripción de "seguridad" y recibe con euforia las recetas de como vivir, actuar, percibir, juzgar y pensar.

Pero "lo impersonal" enajena lo auténtico y ante la insatisfación surge el miedo "neurótico" que solo retrocede ante la compulsión y el consumo. De ahí que el poder globalizador permita cierta suerte de diversidad cuando sólo es en apariencia y no contraviene las reglas del sistema a instaurar.

El miedo guarda estrecha relación con la muerte y desajusta el sistema nervioso autónomo que anticipa "la nada". El poder globalizador conoce el rendimiento económico que provoca el desajuste "neurótico" en el consumo. Juega a representar un "mundo feliz" a través del juego. Despoja al ciudadano de la responsabilidad. Muestra lo bello. Un mundo donde se oculta el sufrimiento y se valora la eterna juventud. Pero, con el paso del tiempo, el miedo "neurótico" se convierte en hábito y se revela desde el ínterior como un cuerpo autónomo que se nos contrapone. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario