Según la definición de Sexto Empírico, Epojé significa un estado mental de suspensión del juicio, un estado mental en el que no se niega ni se afirma nada. No existen "objetos" antes de la percepción sensible; por lo menos, no como se aparecen a los sentidos. Como decía Edmund Husserl, debemos abrir un "paréntesis" sobre la realidad misma. Percepción y "cosa" están indefectiblemente unidos.
La "realidad" es el deseo de ver y reconocer el "fenómeno". El "ser" humano es una potencialidad que se manifiesta a través de la intención. "Ser" es realizarse, manifestarse y revelarse en "el presente" desplegando todas las posibilidades. Los objetos se manifiestan y se revelan a través de ese "Ser". El cerebro crea la "realidad" a partir de los recuerdos, los deseos y las ilusiones.
La libertad "del acto" determina su naturaleza y la "vitalidad" de la acción se dilata en la memoria. La "intención-atracción" a través del "acto" crean la realidad. Einstein tomó una brújula y quedó fascinado. La fuerza que movía las agujas de la brújula estaba en todas las cosas e influía en todos los objetos que la rodeaban. La fuerza de "atracción" siempre está "ahí".
"La actividad intencional" procede de la conciencia que aspira a ser reconocida a través del autoconocimiento. La "cosa manifestada" no es más que la manifestación de las múltiples posibilidades en realidades energéticas. El misterio de la vida se manifiesta a través de la intención.
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